Tras la reapertura del restaurante La Canasta, sus fieles comensales regresaron a probar el sazón que caracteriza al establecimiento. Uno de ellos, Ramón Aguirre Valdés, fue el primer cliente que llegó al lugar al igual que lo hacía desde hace 30 años. El platillo que pidió y el primero en servirse en la reapertura fue machacado con huevo y frijoles refritos, acompañado por un café de olla.

Cinco minutos antes de las 8:00 horas de ayer llegó al establecimiento que abre sus puertas luego de estar unos meses cerrado con la novedad no solo de la remodelación, sino también estrenando un nuevo horario al ofrecer ahora también desayunos.

Aguirre Valdés, originario de Saltillo, médico jubilado y cliente de La Canasta desde su juventud contó que “esto era el suburbio de la ciudad, el famoso camión Obregón llegaba hasta las orillas del Ateneo donde retornaba para dirigirse al Centro, de tal manera que este restaurante era de las primeras construcciones de aquellos años, aproximadamente 45 años”.

De la nueva etapa que inició este lunes La Canasta, dijo “Cómo todo en la vida tiene ciclos y bueno, entiendo que actualmente es manejado por unos emprendedores jóvenes entusiastas con ideas muy innovadoras y que han sabido acertadamente conjugar lo conservador con lo moderno, logrando un resultado extraordinario que hará felices a los visitantes tanto jóvenes como adultos”.