Monterrey. Un clima interno enrarecido y la presión por conseguir el obligado triunfo pondrán hoy a Rayados a prueba, si no es contra la pared, en su esperado duelo frente al América.

El partido a desarrollarse en el BBVA Bancomer asoma desafiante en varios sentidos para un Monterrey herido. Tendrá que demostrar su orgullo y su rebeldía para sacar adelante un juego clave para la clasificación, pero también deberá ofrecer una imagen de equipo entero, que a simple vista no lo está.

El round que se aventaron Dorlan Pabón y Neri Cardozo el miércoles durante el entrenamiento de futbol en el estadio aún está caliente. La pelea entre estos dos extranjeros ha querido ser minimizada por el técnico Antonio Mohamed, pero la situación es más delicada de lo que se supone. El vestidor está roto y el ánimo del plantel no es el mejor, pese a los disimulos.

Rayados hoy está fuera de la Liguilla y ocupa casi por decreto vencer al América, el sublíder y casualmente el mejor visitante del torneo, ya que ha ganado seis de los ocho partidos que ha disputado en gira.

El equipo albiazul lleva 10 juegos sin poder vencer a las Águilas entre Liga y Liguilla, lo que sugiere ser un adversario de real peligro para el invicto del BBVA Bancomer.

De todos modos, Rayados sabe que ocupa de otra noche perfecta como la que tuvo ante el León (4-0 en la fecha 12) para frenar a un América que llega completo y embalado. El problema es saber en qué fase de su ciclotimia estará. Caso contrario, el cuadro de Mohamed será candidato a los abucheos.