Monterrey. Sin exigirse, a Rayados le bastaron unas gotas de imaginación y unos kilos de talento para firmar anoche un 3-0 y ahogar más a unos tibios Dorados.

Un par de jugadas dibujadas por Edwin Cardona, una oportuna definición de Rogelio Funes Mori y un gol de Aldo De Nigris en tiempo de descuento marcaron la diferencia en un desarrollo que tuvo a Rayados como principal protagonista y que con el cuarto triunfo –el tercero de local- confirma que lo suyo va en serio en el Clausura. El albiazul llegó a 12 unidades para trepar a lo más alto de las posiciones.

Al cuarto de hora, Cardona rompió el molde y encendió el BBVA Bancomer –que anoche tuvo récord de asistentes (52,000)- con un fulminante derechazo cruzado desde media distancia que se incrustó en un ángulo.

A los 40’, el colombiano volvió a definir con sutileza por encima del portero Alfredo Frausto, pero el balón se estrelló en el travesaño. El rebote fue aprovechado por Funes Mori para asegurar el 2-0 y festejar su cuarto tanto personal en el torneo.

Monterrey no gozó de un juego tan favorable, pero sí controlable. No necesitó forzar la máquina para demoler la estructura de un Dorados confundido y débil, y que hoy certifica para el descenso: no sólo no ha ganado en cinco fechas, sino que tampoco ha podido anotar.

El ahora equipo del “Profe” Cruz, que se mantiene virgen en cuestión de goles, se ilusionó con dos disparos, uno en el poste y otro en el travesaño, pero fueron acciones aisladas e insuficientes para sorprender a un Rayados más entero y aceitado.
Con la ventaja en la mano de Rayados y la insistencia sin fuerza de Dorados, la segunda etapa estuvo movida, pero fue poco productiva, hasta que apareció el olfato goleador de De Nigris al 91’ para rematar de cabeza un centro de Cándido Ramírez y ponerle el moño a la victoria, y dejar hundido a Dorados en sus propias miserias.