Rasgo Ciudad; una residencia artística para revitalizar las calles

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Rasgo Ciudad; una residencia artística para revitalizar las calles

Alfredo Kuna y Luis Leonardo Ortega, artistas residentes. Foto: Omar Saucedo/VANGUARDIA.
La Taberna el Cerdo de Babel y Residencias Corona promueven la interacción entre artistas de fuera con los locales mientras le dan vida al Centro Histórico, en un proyecto apoyado por la convocatoria Arte Resiliente

El arte mueve y se mueve y, con Rasgo Ciudad, el Cerdo de Babel, de la mano de Residencias Corona, busca estimular la creación en el Centro Histórico de Saltillo, además de promover la interacción entre artistas de otras partes de México con los locales.

Este proyecto de arte urbano da sus primeros pasos gracias a la convocatoria Arte Resiliente de la Secretaría de Cultura de Coahuila, con el trabajo intensivo de los creadores duranguenses Luis Leonardo Ortega y Alfredo Kuna, quienes crearon dos murales cerca de la iglesia del Ojo de Agua, inspirados por lo que vieron en esta residencia artística de tres semanas, además de otras intervenciones por la ciudad y una exposición en Residencias Corona.

“El proyecto se trata de arte en la vía pública, la pretensión es que una ciudad que se precia de ser ciudad tiene en su espacio público mucho arte”, explicó Sergio Castillo, del Cerdo de Babel, uno de los organizadores del proyecto.

Claudia Barrios, quien junto con su esposo Samuel Flores creó Corona como un espacio para apoyar a la comunidad de artistas, expresó que con Rasgo Ciudad se sienten aún más comprometidos con los creativos.

Ortega, ganador de la Bienal Ángel Zárraga 2019, junto con Christian Jesús Castro, también ganador de esa edición, se hospedó en esta residencia cuando la exposición llegó a Saltillo a finales de ese año, por lo que agradeció la oportunidad de regresar, ahora a crear.

“Fue como un reto para mí, tuve bastante tiempo de no saber qué hacer, ya que no estoy tan acostumbrado a trabajar en la calle. Sí he hecho mural, y algo más grande, y tuve tres meses para hacerlo y aquí fue una semana. He hecho algunas decoraciones, como mural sobre pedido, pero nada como esto”, expresó el artista, quien suele trabajar la pintura de caballete.

“A raíz de este bloqueo comencé a tratar de digerir todas las ideas pude aterrizar qué hacer para el proyecto. Decidí hacer stencil, algo que ya sabía hacer aunque no lo hago seguido, pero pude combinar esta onda con lo que hago comúnmente en mi obra de caballete, mi temática y la estética”, agregó.

Kuna, por su parte, aborda técnicas mixtas de bolígrafo y acrílico, pero en el contexto del arte urbano propuesto por Rasgo Ciudad, decidió crear obras inspiradas en lo que vivió en Saltillo desde su llegada, pues en su caso es su primera vez en la capital coahuilense.

Mural de Alfredo Kuna. Foto: Omar Saucedo / VANGUARDIA.

“Por ejemplo el primer día fuimos al Museo del Desierto, de ahí saqué un estudio de un dinosaurio, también toqué temas sobre el feminicidio de Alondra. Trabajé diez piezas y también hice stickers”, explicó.

“Para el mural sí cambié toda la estética, casi no hay líneas y son más colores, degradaciones, porque yo desde hace tiempo hago graffiti y llegué aquí y pinté. Me gusta hacer abstracciones con las letras y el tema que traté en el mural tiene que ver con el Ojo de Agua, donde está ubicado”, continuó.

Con la inauguración de la exposición en Corona, que se realizó el pasado fin de semana, termina la primera etapa de Rasgo Ciudad. Ahora vendrá el artista regiomontano Blasco a dejar su huella en Saltillo y pronto, como parte de las actividades de Arte Resiliente, veremos el proceso de trabajo de estos tres artistas en redes sociales.

 

Si bien el proyecto nace con la intención de crear arte urbano para el Centro Histórico, de manera paralela está estimulando la interacción y el enriquecimiento de los artistas residentes y los locales con los que tienen la oportunidad de interactuar, un encuentro que, de acuerdo con Ortega, revela las similitudes que hay, en este primer caso, entre los artistas de Durango y de Saltillo.

“A mí se me hacen ciudades muy parecidas, en muchísimos factores […] Hay un puente ahí, invisible y bien chido, en esto de la escena artística”, dijo, “yo creo que va muy de la mano de la bienal Ángel Zárraga, involucra a varios estados pero como que fue hecha para estos dos estados, yo creo que esa bienal hizo que en Durango y Saltillo empezaran a haber esos nexos. Hay intercambio de ideas y flujo de artistas muy padre, y estaría bien seguir alimentando este hilo conductor entre las dos ciudades, que se me hace bien importante, porque yo creo que nos faltan cosas en Durango que se pueden nutrir de artistas de acá, e igualmente Saltillo con los artistas de Durango”.

Por su parte Kuna descubrió con gran entusiasmo la actividad de artistas gráficos, grabadores, que hay en la ciudad, maestros de una técnica que él quiere comenzar a adoptar en su trabajo.

“Es la primera vez que vengo, pero ya seguía a algunos artistas en Facebook, al que conocía de Saltillo era a Carlos Vielma, y ahora tuve la oportunidad de ir al estudio de Roy Carrum, me voló la tapa. A mí no me gustaría regresarme porque sí soy más gráfico y aquí veo que hay demasiado”, compartió.

“Fui al MAG también y fue así de que quiero venir a trabajar alguna pieza. Aparte vi con Roy unas piezas de grabado en aguafuerte y aguatinta, y me gustaría aprenderlo porque vendría bien para mis piezas”, concluyó, “hay maestros buenísimos allá en Durango, pero yo no tengo tanta interacción con ellos, tuve la oportunidad de hacerlo pero solo fue durante la escuela y ya no lo trabajé y no tenía la espina de quererlo hacer, pero ahora que vine sí dije, tengo que intentarlo y a ver qué sale”.

Mural de Luis Leonardo Ortega. Foto: Omar Saucedo/VANGUARDIA.