Rajoy desconoce la contabilidad paralela del PP

Usted está aquí

Rajoy desconoce la contabilidad paralela del PP

Foto: Archivo
Rajoy pasó hoy a la historia como el primer presidente del gobierno en comparecer como testigo ante un tribunal por un caso de corrupción política

Madrid. El presidente del gobierno, Mariano Rajoy, se convirtió hoy en el primer mandatario español en funciones en comparecer ante un tribunal en el marco de un caso de corrupción política. Rajoy respondió a las preguntas de los abogados y la Fiscalía Anticorrupción durante dos horas en las que negó en todo momento que tuviera conocimiento de la situación contable de su formación política, el derechista Partido Popular (PP), y de su supuesta financiación ilegal durante décadas. 

Rajoy pasó hoy a la historia como el primer presidente del gobierno en comparecer como testigo ante un tribunal por un caso de corrupción política. Y, por lo tanto, tanto las medidas de seguridad y hasta el protocolo que se llevó a cabo en la Audiencia Nacional era inédito: alrededor del edificio había un perímetro de acotamiento de más de cien metros cuadrados en los que no se podía acceder, ni siquiera los periodistas, que tenían que superar hasta tres controles de seguridad. Además la comitiva de vehículos oficiales que trasladó al mandatario de la residencia oficial, La Moncloa, al tribunal entró por una puerta lateral, evitándose así que las cámaras de televisión registraran su entrada al inmueble. 

Además hubo dos peculiaridades que provocaron malestar en una parte de la acusación popular y particular: Rajoy fue recibido y acompañado en todo momento por el presidente de la Audiencia Nacional, José Ramón Navarro. Además Rajoy no se sentó en el banquillo ni mirando de frente al tribunal, sino que se le instaló una mesa y una silla en el estrado, a un costado de la Sala. Algo que según los abogados de la acusación era ilegal y que tildaron de “privilegio indebido”, tal y como señaló el letrado Manuel Benítez de Lugo, de la Asociación de Abogados Demócratas de Europa (ADADE), que fue el primero en preguntar al ser el responsable de que Rajoy compareciera ante el tribunal gracias a su petición formal, una vez que ni la Fiscalía ni el abogado del Estado lo hicieron. 

Lo primero que aclaró Rajoy fue el organigrama del partido en la época a la que se circunscribía su declaración, que pretende establecer la responsabilidad penal de más de 70 personas imputadas en el llamado caso “Gürtel”. El mandatario explicó que en esa época el presidente del PP era el a su vez presidente del gobierno de entonces, José María Aznar, y que los secretarios generales fueron Francisco Álvarez Cascos y Javier Arenas. Y que él sólo fungía como vicesecretario. Y que sólo se hizo cargo de las actividades electorales en el año 2000, cuando fue el director de campaña de los comicios generales con los que Aznar logró su primera reelección con mayoría absoluta. 

Rajoy, que en ocasiones se mostró visiblemente nervioso y hasta se enzarzó en un cruce de acusaciones con uno de los abogados, no se salió del guión y se limitó a señalar que durante todos los años que lleva militando y en cargos de dirección en el PP -desde 1986 pertenece al Comité Ejecutivo- “jamás se ha ocupado de asuntos de contabilidad o económicos del partido”, que su función ha sido “únicamente política”.  

“Dirigí la campaña de 1994, que eran elecciones europeas, en 1995 las autonómicas y en1996 las europeas. La última vez que dirigí una campaña electoral fue hace 17 años largos. La del año 2000. Cuando hay una campaña electoral se nombra un director de campaña y un equipo. Es una responsabilidad de tipo político, que hace el programa electoral, las listas electorales, elige las provincias prioritarias en las que tenemos que desarrollar una mayor actividad. La parte económica no la conoce en absoluto el director de campaña. Cuando se acaba la campaña, el responsable económico da cuenta al Comité Ejecutivo”. 

Al ser preguntado por el abogado Virginio Latorre, que representa al Partido Socialista de Valencia, sobre la supuesta doble contabilidad del PP, Rajoy afirmó no tenía conocimiento de esos hechos: “Jamás me he ocupado de asuntos de contabilidad. De lo único que me ocupaba era de que el Tribunal de Cuentas nos dijeran que la contabilidad estaba bien”.

Después fue cuestionado sobre los sobresueldos ilegales que se les acusa de haber recibido a varios dirigentes del PP, incluido él mismo, y que está investigando la justicia: “Son absolutamente falsos. Cobrábamos sueldo de diputados y algunos teníamos un complemento que daba el partido, pero que dejamos de percibir cuando entramos al gobierno”. 

Rajoy también explicó que él mismo ordenó cortar la relación profesional del PP con el supuesto jefe de la trama de corrupción que se investiga, Francisco Correa, conocido como “El Padrino”, y arguyó que lo hizo porque le informaron que estaba utilizando el nombre del partido en algunos ayuntamientos y que eso no le gustó. 

También negó que “ningún empresario” le haya dado dinero para el partido, incluido su amigo y que también figura en el sumario del caso el presidente de la multinacional OHL, Juan Manuel Villar Mir, quien supuestamente le habría dado en una ocasión 300 mil euros. Y sobre los llamados “papeles de Bárcenas”, explicó que “cuando yo conocí los papeles que se publicaron en los medios de comunicación, vi que lo que se refería a mi era absolutamente falso. Y pregunté a otros dirigentes y me dijeron lo mismo. Pero luego leí que algunos habían dicho que una parte era verdad, así que por eso dije todo era cierto salvo alguna cosa”. 

También se le preguntó sobre el mensaje de texto que le envió al propio Bárcenas, en el que le decía “Luis, sé fuerte, hacemos lo que podemos”. A este respecto señaló que “he respondido a los mensajes del señor Bárcenas porque tengo la costumbre de responder a la gente que tiene mi teléfono. Le he contestado y esto es todo. No tiene ningún significado. Hacemos lo que podemos significa lo que exactamente es: hacemos lo que podemos. No hicimos nada que pudiera perjudicar a ningún proceso. No hice absolutamente nada. Hasta ese punto que ni siquiera lo llamé”.