Las historias de "amor" no duran para siempre.

Y es que el actual presidente deportivo de los Rojinegros del Atlas, Rafael Márquez, planea abandonar su cargo al finalizar el Clausura 2019, pues no alcanzó las metas y objetivos trazados para llevar a los suyos al éxito.

Márquez regresaría a Europa para vivir, gracias a distintos factores: malos resultados entregados, reducciones al presupuesto para competir, nula libertad para maniobrar en algunas cuestiones y el haber sido ignorado para autorizar la llegada de Leandro Cuffré al equipo.

Su equipo solamente ganó cinco de 28 juegos disputados en la Liga Bancomer. Suma tres técnicos en menos de un año, tras el "espaldarazo" que dio a Gerardo Espinoza y el fracaso con la contratación de Guillermo Hoyos quien fue destituido de inmediato.

“Es difícil competir (ante una reducción de presupuesto). Encuentras soluciones al nivel en que nos movemos con la situación económica. ¿Qué más hubiera querido que tener una chequera para comprar jugadores mejor evaluados? Pero la situación es esta, no me asusta. Estoy contento con lo que se armó, espero los resultados vengan y la estabilidad que es lo que busco en esta temporada, prevalezca para intentar alejarnos más del tema porcentual”, declaró Márquez en enero pasado.

Solo, sin respaldo y con una relación distante al presidente de Atlas, Gustavo Guzmán, el destino más probable de Márquez sería Barcelona y alejarse completamente de la Academia que lo creó.