Hay que comprender y separar lo que es racionalidad y lo que es democracia.

El Presidente dice que su gobierno ejerce en todos los órdenes de la actividad del país y que las decisiones las toma en base a la opinión de la gente,  por lo que en las asambleas que asiste pregunta a los concurrentes, que en ocasiones son pocos, si se debe o no construir tal o cual obra, y en un método designado a mano alzada, se aprueba o se rechaza según la opinión del grupo presente en estas reuniones, y de esa forma se corren los trámites para la materialización de la obra.

Es un juego que todos juegan pues esos alza manos desde luego aceptarán lo que proponen, en agradecimiento por los apoyos gubernamentales federales sin saber que están ensanchando la base y tenerlos como cautivos de Morena, de manera que este partido siga en el poder una vez que concluya el presente periodo presidencial actual, y proponga a su sucesor a quien le dictará el tipo de gobierno y las obras que deberá realizar y con que funcionarios se trabajará a partir del 2025.

Según algunos encuestadores nacionales han publicado que la popularidad del Presidente ha ido bajando poco a poco, pues los ciudadanos van percibiendo que los remedios a nuestros males que decía los iba a desterrar no se han salido, sino diga usted, durante el primer año de su sexenio que obra se ha construido con recursos federales, que mejora ha representado el renglón de la salud, cuantas universidades, de las cien que en campaña ofreció ha inaugurado, las estadísticas sobre asesinatos y feminicidios siguen aumentando a lo largo del país.

Por el contrario se siguen gastando miles de millones de pesos para ir agrupando a personas como clientes que le sirven para mantenerlo en el poder y que su partido siga rigiendo los destinos de la nación. Eso es lo que él expresa que es la democracia, es decir que un grupo minúsculo decida el camino. El dinero fiscal es para solucionar los problemas sociales, no para regalarse con el objeto de sostenerlo junto con su partido en la cúspide del poder per secula seculorum.

¿Y la racionalidad? se supone que en las obras que se pretenda edificar, cada proyecto que se elabore, ya sea para construir carreteras, presas etcétera cada contraprestación que otorgue el gobierno, en fin cada paso que se dé debe estar sustentado en una normatividad y desempeñarlo exactamente cumpliendo el principio de legalidad, por lo que sus deseos de hacer tal o cual, llámese obra pública o satisfacer problemas sociales deben estar fundados y motivados. Fundado es lo que la ley permite y motivado es expresar razones, motivos, por lo que es necesario separar lo que es democracia y lo que es racionalidad.

Esa separación que por lo visto la confunden, se perfila exactamente en obras como el tren maya  que ahora mismo se aprecia que existen manifestaciones en contra de su construcción, o como las refinerías, o como el aeropuerto de Santa Lucía, y que por el capricho de llevarlas a cabo,  no se acoge a la racionalidad. Qué lástima que no distinga la diferencia.

No es posible que el futuro del país lo decida solo una persona, ya que las decisiones que toma en todas las ramas de la actividad del gobierno las hace ver como correctas, ya que son emanadas de una persona perfecta, que no equivoca, y que posee un cerebro brillante que no yerra en nada. Mientras su gabinete solo observa.

En los momentos de soledad, porque debe tenerlos, el Presidente pensará en la actuación de su trabajo, aceptará que es humano y como tal que también se equivoca, y que debe aceptar del consejo de algunos de los miembros de primera línea a quién debe recurrir para que lo asesoren y que se supone conocen de la materia en la que fueron designados.

Ya se fue el primer año del gobierno y cerró con no muy buenos resultados, pues el crecimiento económico fue de cero, además, una herida importante, renunciaron a su puesto de primer nivel algunos de sus colaboradores por motivos que ahora se sabe referente a la incompatibilidad de criterios, personas a quienes se debió aceptar sus puntos de vista, ya que ellos si tienen conocimientos, pero desgraciadamente no les fueron aceptados, ya que nadie puede saber más.

Esperemos que este 2020 mejoren las cosas, y que sepa distinguir entre racionalidad y democracia.

Se lo digo EN SERIO.

franciscoaguirreperales@gmail.com

@aguirreperalesf