Mientras más opciones más divorcios, así podría resumirse el resultado de una investigación reciente realizada en la Universidad de Estocolmo que dice que tener muchas amistades del sexo opuesto aumenta la probabilidad de divorcio.

La investigación a cabo por Caroline Uggla y Gunnar Andersson fue realizada en Dinamarca, entre hombres y mujeres heterosexuales de 1981 a 2002, en los que se encontró un patrón: aquellos que trabajaban con una alta proporción de compañeros del sexo opuesto tenían tasas más altas de divorcio comparados con aquellos que no lo hicieron.

La tendencia fue mucho más marcada en los varones, sobre todo aquellos con mayor educación; en contraste con las mujeres de igual nivel educativo, quienes no presentaron un incremento. Sin embargo, aunque no encontraron una razón detrás de este comportamiento, la tendencia puede explicarse en el hecho probable de que los hombres se sientan más atraídos hacia las personas con educación similar e intereses laborales parecidos.

No obstante, en general, las parejas con una mayor educación tendieron a reflejar tasas de divorcio más bajas, aunque también cabe aclarar que no fue el único punto determinante en el análisis por pares.

Así, la investigación encontró que un factor importante a considerar es la edad, ya que las parejas que se casaron a más temprana edad presentaron mayor índice de divorcios que aquellas que se unieron después de los 40 años de edad.

Finalmente, el entorno también ocasiona un impacto determinante para la vida en pareja, ya que encontraron que aquellos matrimonios que residían fuera del área urbana tenían menos probabilidad de divorciarse que aquellos que vivían en un entorno urbano.