Hasta los apostadores en Las Vegas han caído, no muy frecuentemente, pero el Súper Domingo ha sido también piso enjabonado para aquellos que pronostican.

Uno de los Súper Tazones más célebres debido, precisamente, a que alguien osó a garantizar la victoria en medio de la fastuosidad de un baño de burbujas, un puro en la boca y una copa de champaña, fue el entonces melenudo y extravagante mariscal de campo de los Jets de Nueva York: Joe “Broadway” Namath (12), el exestrella de Alabama e hijo predilecto del legendario Paul “Bear” Bryant, quien con 3 años en la nueva AFL retó a la vieja Liga Nacional, a los expertos y al veterano quarterback de los Colts de Baltimore, Johnny Unitas, considerado entonces uno de los mejores de todos los tiempos, con su declaración a la televisión norteamericana: “Les garantizo que los Jets ganaremos el juego”.

Namath era el perfecto contraste con Unitas, su melena desafiaba el terrible corte de cabello a la brosch que lucía el número 19 de los Colts. Su extravagancia para hablar, vestir y conducirse ante los medios era el polo opuesto del disciplinado y ordenado Unitas. Los episodios vividos dentro del futbol eran más y de mayor alcance para el de la vieja guardia, sin embargo, Namath tenía ya entre sus condecoraciones ser un quarterback que estaba cambiando el juego, era lo nuevo, era un innovador y sus más de 4 mil yardas por aire se registraban por vez primera en una temporada de football profesional.

La victoria de Joe “Broadway” Namath en el Súper Tazón III conduciendo a los Jets para un marcador de 16-7 sobre los Colts de Baltimore de Unitas y el coach Don Shula en el Orange Bowl de Miami la tarde del 12 de enero de 1969 le otorgó a la AFL el respeto que necesitaba para ser tomada en cuenta, abonando a una posible fusión que ya no se veía tan lejos en el horizonte.