La tarde del 30 de mayo de 1984 –ayer se cumplieron 36 años– fue asesinado el periodista Manuel Buendía Tellezgirón, uno de los más leídos en su columna “Red Privada” de Excélsior y de los más combativos contra el poder político, el económico, el clero, el poder desbordado de la CIA, los narcopolíticos y los caciques locales y sindicales más nocivos de México.

Era el sexenio de la “Renovación moral” de Miguel de la Madrid y, unos días antes del crimen, el periodista Jack Anderson, del Washington Post, había publicado un artículo sobre el depósito de 162 millones de dólares en una cuenta bancaria europea del presidente. Esa edición del Post (15/mayo/1984) fue incautada en México por la Secretaría de Gobernación cuyo titular era Manuel Bartlett Díaz.

Eran los idus de mayo para Manuel Buendía que de inmediato fue señalado por su amistad con Dale Van Atta, colaborador de Jack Anderson en México. Quince días después de la publicación, Buendía fue asesinado por agentes federales al mando de Manuel Bartlett, como se supo después.

Este columnista radicaba entonces en el Distrito Federal y vivió de cerca los enredos del caso, como bien lo simuló Victoria Adato, procuradora del Distrito Federal, cuando concluyó que eran muchos los potenciales victimarios de Buendía sin avanzar en las pesquisa.

Años después, en 1989, en el sexenio de Carlos Salinas y el relevo de Reagan por George Bush, cayeron los asesinos materiales del audaz periodista, el exagente Rafael Moro Ávila y el exdirector de la Dirección Federal de Seguridad (DFS), José A. Zorrilla Pérez.

Esos fueron los ejecutores, pero ¿y los asesinos intelectuales? Pudieron ser Miguel de la Madrid, Manuel Bartlett, Juan Arévalo Gardoqui o los agentes de la CIA en México, pues del más alto nivel se ordenó acallar al periodista. No podemos decir quién o quiénes, pero he aquí una perspectiva comparada del caso y que cada quien saque conclusiones.

El 15 de mayo de 1948 fue asesinado en Grecia el periodista norteamericano George Polk. Sus revelaciones sobre el apoyo de millones de dólares de la CIA a la dictadura militar griega en contra de la guerrilla comunista fueron, seguramente, la causa de su muerte. Aún no se sabe quién lo ejecutó.

En septiembre de 1973, el periodista norteamericano Charles Horman, fue asesinado por militares golpistas en Chile. El periodista había descubierto el importante rol de la CIA en el golpe militar contra Salvador Allende. Aún se ignora quién lo asesinó.

Ambos periodistas descubrieron la identidad de los agentes de la CIA en esos países, como Manuel Buendía también reveló la identidad de los agentes de la CIA en México, un asunto que después desató una vorágine de intriga y violencia espeluznante donde se concatenaron los nombres de Pablo Escobar, Félix Gallardo, Caro Quintero, Don Neto, Enrique Camarena, Gardoqui, Oliver North, la CIA, la DEA, la DFS, “El Búfalo”, Bartlett y Manuel Buendía.

¿Es Bartlett un agente de la CIA? No sería nada raro que Bartlett fuera un nuevo agente “LITEMPO” como una cuña de la CIA en la 4T. Así fueron varios expresidentes que colaboraron durante la Guerra Fría para la agencia de espionaje más poderosa en el mundo: la estación la CIA en México.