¿Quién le pone el cascabel al gato?

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¿Quién le pone el cascabel al gato?


En los días que transcurren, la discusión en el Congreso Local ya no es la Ley Anticorrupción, ya se ha aprobado, ahora la problemática es quién va a vigilar que se cumpla. Encontrar los mecanismos y los fiscales, los jueces para hacer cumplir los reglamentos y castigar a los corruptos no es tarea fácil, dada la calidad de nuestra clase política. Los diputados locales que están de salida, nunca encontraron motivos, a pesar de diversas denuncias, para llevar a cabo una investigación y deslindar responsabilidades en el caso de la megadeuda, que tiene comprometido al Estado de Coahuila por varias generaciones, y ni qué decir del uso de esos millonarios recursos. 

La ley Anticorrupción es un documento que mandata a los legisladores y funcionarios públicos, como mínimo, a hacer transparente el uso de los dineros públicos. NI legisladores, ni jueces, ni procuradores de justicia alzaron la voz para señalar, menos aún perseguir a los culpables  del saqueo de nuestros recursos. Lo dicho, nuestra legislación, nacional y local, está llena de supuestos mecanismos y medidas para impedir el robo de lo que pertenece a los ciudadanos. ¿Pero quién la hace cumplir?

Las instituciones de salud, de educación y culturales sufren día tras día por la falta de dinero para atender las necesidades de miles de familias, mientras los políticos tienen cuentas bancarias abultadas y encuentran los subterfugios para invertir en paraísos fiscales. Empresas inexistentes y una gran cantidad de mecanismos para apoderarse de los recursos de la nación. La ley Anticorrupción, muy bien, ¿pero quienes la harán cumplir? 

Los legisladores que se preparan para ocupar una curul en la próxima legislatura, ¿pedirán cuentas a los dos exgobernadores hermanos? ¿A los exalcaldes? ¿A todos los funcionarios públicos que incluso unos ya enfrentan a la justicia estadounidense? ¿Será un trienio con un legislativo en donde abunden las demandas y peticiones para hacer cumplir esta ley? ¿Los diputados responderán a las demandas ciudadanas o de nuevo se taparán los ojos y los oídos? Muchas preguntas, de las que espero a partir del nuevo año político nacional se empiecen a encontrar las respuestas, por el bien y el futuro de Coahuila que así sea.

La última y nos vamos

La pelea continúa. Los tribunales tienen elementos de sobra para anular las elecciones pasadas, por lo menos en el caso de la gubernatura. Sin embargo, considero que de no haber una demanda social generalizada, no únicamente partidista, quienes defienden el cochinero se saldrán con la suya y asistiremos perplejos y humillados a la toma de protesta de Miguel Riquelme. Si esto sucede estaremos ante un sexenio de enfrentamientos y enconos sociales y políticos. La operación cicatriz no funcionará en esta ocasión. Creo.
   

La querella infinita 
Mario Valencia Hernández
mvalehe@yahoo.com.mx