La jueza de línea, Rosana Paz, fue víctima de violencia en pleno estadio tras echarle agua hirviendo mientras trabajaba en el duelo entre Marquesado y San Martín. 

Los responsables de la acción fueron los fanáticos del Marquesado, debido a que solamente tenían acceso al estadio. 

La acción se realizó al final del encuentro tras un error del otro juez de línea. Esto generó la molestia de la fanaticada y descargaron su rabia contra la espalda de Rosana paz. 

Los aficionados le lanzaron un termo con agua caliente. "Sentí que me arrojaron un líquido caliente en la espalda, llamé al árbitro principal para comentarle lo que pasó y pedí que me echaran agua fría para calmar el ardor. Ellos quisieron suspender el partido, pero llegamos a un acuerdo para que terminara reglamentariamente", dijo la colegiada , de 46 años, en diálogo con el medio argentino Telesol Diario.

Fue hasta el final del partido cuando Rosana Paz vio la gravedad de sus quemaduras.  Un médico le curó las mismas y las ampollas que se generaron en su cuerpo. "Debo cuidarme de las infecciones en las heridas", comentó. 

Paz rechazó cualquier acto de violencia en el fútbol, argumentando que hechos de este tipo afectan directamente al deporte y agregó que   "ojalá esto no vuelva a pasar, porque fui yo, pero pudo ser alguno de mis compañeros. Esto provoca que la imagen del deporte se desvirtúe. Uno hace esto por pasión y no me van a detener".