Quedarse a cargo de la familia, lo hizo revalorar el rol de la mujer

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Quedarse a cargo de la familia, lo hizo revalorar el rol de la mujer

Unión. Gustavo Marrufo da todos por sus tres hijos, aquí lo acompañan Gustavo y Mariana. CORTESÍA
Además del desafío de comprender y apoyar a los hijos, Gustavo se dio cuenta pronto de la dificultad que representa combinar la labor profesional con el trabajo en casa

Tras separarse de su esposa, en los últimos cinco años Gustavo Marrufo se ha hecho cargo por completo de sus tres hijos, dos varones y una joven, situación que lo obligó a replantearse la manera en que concebía el mundo.

“Quedamos casi puros hombres: yo, Áxel que hoy tiene 20 años, Gustavo de 14 y Mariana de 16. Quizá lo más difícil fue la niña, ella tenía 11 años entonces y yo tuve que explicarle muchas cosas que generalmente hablaría con su mamá. Yo tuve que hablar con ella de las cosas que estaba viviendo”, expuso.

Rememora. Áxel, Gustavo y Mariana, hace algunos años. CORTESÍA

- ¿Cambió su manera de pensar a raíz de esta etapa como papá soltero?

“En definitiva. Te das cuenta de que en la casa hay mucha actividades que no observas cuando tienes pareja, que el rol de la mujer no es solo ver a los niños, darles de comer. Hay muchas cosas aparte, es muy complejo.

Cuando eres quien tiene que hablar de todo con los hijos, te das cuenta de que les das una versión de la historia, la de un padre, pero les falta la otra. Trata uno de pensar, ¿qué les diría su mamá, cómo pensaría sobre ese tema una mujer?”, comentó.

- ¿Cómo le hizo para comprender más al género femenino?

“Te las tienes que ingeniar, porque uno piensa como hombre. Hasta le pedí consejos a amigas, que me ayudaran a comprender ciertas cosas”, manifestó.

Además del desafío de comprender y apoyar a los hijos, Gustavo se dio cuenta pronto de la dificultad que representa combinar la labor profesional con el trabajo en casa. Incluso, al solicitarle esta entrevista aceptó con la condición de que fuera a las 6:00 de la tarde, porque justo estaba preparando los alimentos del día.

“Antes yo les tenía que hacer todo, pero ahora lo hacemos entre todos. Trabajo de ocho de la mañana a seis de la tarde, y solo tengo un lapso para venir a comer”, refirió sobre su trabajo, en la renta de maquinaria para construcción.

Hoy, sin embargo, le toca disfrutar, celebrar el esfuerzo doble que representa encabezar un hogar monoparental. “Vamos a ir al rancho con mis papás y la familia, allá vamos a festejar”, dijo.