Hay un factor importante que no se está considerando en las elecciones presidenciales de Estados Unidos que es el voto de la comunidad cubana estadounidense.  Estamos hablando de un millón doscientos mil cubanos que residen en el país vecino que su voto tiene posibilidades de irse del lado del candidato republicano Donald Trump en el estado de Florida.

En ese sentido hay tres estados claves para ambos candidatos en ésta carrera hacia la Casa Blanca. Hillary puede perder Florida, pero Trump no puede perder Florida. Pensylvania  es hoy una buena apuesta para  la candidata demócrata Clinton, y ahí es donde cuenta la movilización, porque no es el tipo de movilización mexicana, en la que los partidos políticos arrastran a los votantes con despensas, camisetas, gorras y banderillas. En estados Unidos se crean las estructuras para que la gente sepa que tienen que ir a votar, y  vamos a llevar a votar a los ciudadanos a las urnas.

En ese aspecto la Sra. Clinton probablemente tiene 3 a 1, en la estructura de campo que tiene Trump, porque ella sí es profesional, se ha dedicado a eso, sabe cómo hacerlo, maneja a su grupo militante y lo está movilizando.

Ahora, la pregunta es: ¿cómo tenemos que prepararnos para un control de daños en México según cuál candidato llegue a la presidencia de Estados Unidos? Si gana Clinton tenemos que prepararnos de la misma manera que si gana Trump. Y la razón es porque tenemos que agarrarnos a todas las empresas que están haciendo negocios y que gracias a que están invirtiendo aquí en México, son competitivas en su país, y además en otras partes del mundo. Enseñémosle al pueblo norteamericano, y demostrémosles a los Congresistas que lo que está pasando aquí en México ayuda a los Estados Unidos. Se generan empleos en todo el territorio norteamericano, que se produce riqueza, que estamos teniendo resultados positivos.

El problema es que si gana la presidencia el candidato republicano, después no faltará quien diga: “¡Ya ves como sí fue inteligente lo que se hizo de traer a Trump a México! ¡Regresa Videgaray! ¡Te perdonamos!” Y esa sería una de las consecuencias “espectaculares” de esto. Haber apostado mal, y de todos modos atinarle.  Aunque yo espero que no vaya ocurrir que llegue Trump a ser el próximo presidente de Estados Unidos. Pero aun así no podemos ignorar que Hillary está agraviada con México, y ese sería el otro punto: diplomáticamente México en materia de política exterior tiene a la candidata demócrata descontenta. Clinton casi pierde, y lo va a sentir de esa manera, trajiste a Trump, le diste espacio, le permitiste presentarse de otra manera, y no has hecho ningún comentario posterior, aunque yo estoy de acuerdo de que no deben hacerlo. Y si la candidata demócrata llega a ganar… ¿pues con qué cara le vas a decir que te simpatiza? Y eso va  a ser complicado. Pero en México, al final del día, se va a tener que llevar a cabo algo importante: el Tratado de Libre Comercio ha demostrado su valor, lo podamos, o no, demostrar a todos los demás, porque los mexicanos no hemos hecho nuestra tarea. Tenemos buenos socios en empresas norteamericanas y eso tenemos que impulsarlo, gane Hillary o gane Trump, nos queda claro que el destino de esa relación está en manos de los mexicanos y no de los norteamericanos.

 Hemos fallado en los últimos tres Gobiernos en no dejar en claro la importancia para los Estados Unidos, no para México, de lo que ocurre con el Tratado de Libre Comercio, y de la fuerza laboral de los migrantes mexicanos.

La ventaja que tiene Hillary Clinton en el promedio de las encuestas de Real Clear Politics sigue siendo mínima de 1.7 ¿Qué va  a pasar? Yo apuesto por que gane Hillary Clinton, estoy convencido de que Hillary va a ganar.