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¿Qué tanto confías en la fecha de caducidad de un producto?
Si ya pasaron algunos días de la fecha de caducidad de la leche, ¿es seguro beberla?
Las autoridades reguladoras de Estados Unidos exhortaron a los productores de alimentos a homogeneizar los términos utilizados en las fechas de caducidad como "Vender para", "Mejor para" y "Disfrutar para", debido a que pueden crear confusión.
Al clarificar el significado de dichas frases, los reguladores tratan de evitar que la gente tire prematuramente algunos productos y de reducir las montañas de comida que van a la basura cada año.
Incluso si una persona confía más en observar y oler la comida, podría sorprenderse de los riesgos y prácticas que hay en torno al deterioro de los alimentos.
Las frases como "Mejor para", "Disfrutar para" y "Fresco hasta" generalmente indican cuando la calidad de la comida empezaría a deteriorarse y no cuando ya no es seguro consumirlo. Para ayudar a esclarecer las cosas, la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA) recomendó recientemente que las compañías adopten la frase "Mejor si se consume antes de…".
Los grupos de la industria comenzaron a usar la frase luego de unas directrices de los reguladores, junto con la más definitiva "Úsese antes de" que viene en los alimentos perecederos que deben tirarse luego de cierta fecha.
Sin embargo, la FDA no ha aprobado dicha frase, debido a que podría tener implicaciones en la seguridad.
La recomendación de la FDA no es obligatoria y lo más probable es que los consumidores continúen viendo variaciones de la frase utilizada para la fecha de caducidad a causa de regulaciones locales. Con la leche, por ejemplo, los estados podrían requerir un "Vender para" u otro tipo de etiqueta.
En cuanto a qué tan certeras son las fechas, es difícil para los productores indicar cuánto tiempo los alimentos seguirán buenos, dadas las variables como la de cuánto tiempo pasan en los puertos y cómo son almacenados en las casas de los consumidores.
La leche debería seguir buena por al menos unos días después de su fecha de caducidad, aunque la cantidad de días dependerá de factores como los métodos de pasteurización.
Muchas personas utilizan las fechas de caducidad como indicadores y confían más en sus sentidos. Las galletas podrían tener un sabor rancio, por ejemplo, mientras que los alimentos perecederos pueden estar decolorados o tener un olor extraño.
Los alimentos como la carne fresca o lácteos son los que se pudren más fácilmente, en parte porque su humedad permite que las bacterias se multipliquen más rápido, dijo Martin Bucknavage, un experto en seguridad en alimentos en la universidad Penn State Extension.
"Conforme pasa el tiempo, lo poco se convierte en más y más", comentó.
La tolerancia al deterioro de los alimentos varía por el tipo de comida.
Pocas personas seguirían sirviendo leche caducada en sus cereales, pero a muchos podría no importarles una mancha de moho en su pan.
Los expertos de seguridad alimentaria recomendaron tirar la comida al primer indicio de deterioro. Con el moho, incluso una pequeña mancha podría ser un indicador de que hay mucho más de lo que está a la vista.
"Es como un iceberg: Es sólo una parte de lo que está sucediendo", comentó Leslie Bourquin, profesora de la Universidad Michigan State.