El virus del SARS-CoV-2 puede manifestarse y afectar de distintas formas a cada persona. Esto depende de diversos factores tales como: la edad, condición del sistema inmune, el padecimiento de enfermedades crónicas, entre otros.  

¿Cuáles son las posibilidades de que los niños se enfermen de COVID-19?

Si bien nadie está exento de contraer esta enfermedad, si se sabe que los adultos tienen un 60% más de probabilidad de enfermarse de COVID-19. Los niños suelen tener un sistema inmune más fuerte y en ocasiones no son tan propensos a contraer enfermedades respiratorias. A pesar de muchos brotes en todo el mundo, pocos niños han muerto.

Con información y datos de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de Estados Unidos, en los primeros meses de la pandemia, hubo casi 150 mil casos positivos en Estados Unidos de los cuales 2 mil 500 son infantes (1.7%). Esta información es parecida a la de otros países como China e Italia. La tasa de contagios y muertes de niños es mucho más baja que la de los adultos.

No obstante, todas las personas que tienen enfermedades de otro tipo, como la diabetes tipo 2 o cáncer, tienen un mayor riesgo si se contagian de coronavirus ya que pueden presentar otro tipo de problemas a causa de las enfermedades que ya tienen. 

Los niños con cardiopatía congénita, trastornos genéticos o trastornos que afectan el sistema nervioso o el metabolismo, pueden verse severamente afectados en caso de contraer el virus aunque es más fácil que puedan salir del cuadro rápidamente.

¿Cómo es que los niños tienen otro tipo de reacción ante esta enfermedad?

Dentro de los estándares “normales” los bebés menores de un año tienen la más alta probabilidad de enfermarse de COVID-19. Esto a causa de un sistema inmune inmaduro y al tracto respiratorio más pequeño, con estas condiciones propias de la edad están más vulnerables a desarrollar enfermedades respiratorias causadas por infecciones virales.

Al inicio de este año, se realizaron unos estudios a más de dos mil 100 niños sospechosos o diagnosticados con COVID-19 en China, y los resultados mostraron que menos del 11 por ciento de los bebés tenían complicaciones más severas. 

Los bebés pueden infectarse de coronavirus durante o después del parto. La Academia Estadounidense de Pediatría recomienda atención especial para los bebés con madres que tengan coronavirus ya que se corre un riesgo muy alto. 

Como medida preventiva, al momento del parto la separación temporal de la madre y el recién nacido es una opción para reducir el riesgo de contagio, monitorear al bebé en busca de signos de infección y realizar un prueba al bebé de COVID-19. 

Aquellos bebés que den negativo a la prueba de coronavirus pueden ser enviados a casa . Antes de que la madre salga del hospital,  se recomienda que no tenga contacto íntimo con el bebé.

Dependiendo de la situación, los bebés con COVID-19 que tengan controlada la enfermedad o que sean asintomáticos pueden ser dados de alta del hospital y permanecer en casa. Se recomienda que al estar en cuidado de estos bebés se usen todas las medidas de sanidad y de prevenciones posibles ya que son de gran riesgo para las personas que estén en contacto con ellos, así como 14 días consecutivos de llamadas telefónicas, visitas virtuales o visitas periódicas al doctor, son la forma de poderlos tratar fuera del hospital.

Síntomas de coronavirus en niños

Niños y adultos experimentan síntomas similares de COVID-19, mientras que los niños tienden a tener síntomas leves como los de una gripe. La mayoría de los niños se recuperarán en una o dos semanas.

Los síntomas pueden incluir:

Fiebre, rinorrea, tos, fatiga al realizar actividades, dolor muscular, vómito y diarrea.