¿Qué se perdió? Conoce la historia de la Sociedad Manuel Acuña

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¿Qué se perdió? Conoce la historia de la Sociedad Manuel Acuña

Foto: Alejandro Guzmán/VANGUARDIA.
El historiador Carlos Recio nos contó el pasado de este inmueble que esta semana fue demolido parcialmente y sin autorización de la Junta de Gobierno del Centro Histórico de Saltillo

Del edificio de la Sociedad Manuel Acuña solo se mantiene pie casi su esqueleto. El patio español, la techumbre del gimnasio y otros espacios del recinto fueron demolidos esta semana, obras realizadas sin la autorización de la Junta de Gobierno del Centro Histórico de Saltillo.

El escándalo impactó a la sociedad saltillense, pues hasta el inicio de la pandemia, y aunque había disminuido su actividad en años recientes, el edificio todavía fue centro de convenciones de eventos de todo tipo, como bailes escolares y convenciones de anime y terror.

Pero más allá de su función el edificio también tiene una importante historia, sobre la cual, en entrevista con VANGUARDIA, el historiador Carlos Recio nos contó un poco más.

“Fue hecho más o menos en 1961 al 62. Originalmente, no sé exactamente dónde se inició, pero el sitio donde está ahora, que era una casa muy grande, se cambiaron en 1925 y luego entre 1925 y el 60 estuvieron en un edificio un poco extraño. Era un edificio tipo art-decó, tenía unos arabescos medio raros, sencillos, recuerda muy vagamente a la capilla de Landín, pero con muchos menos adornos y supongo que era parte de la casa original”, expresó.

De acuerdo con algunos investigadores, en el sitio se ubicada el Mesón del Huizache, un conocido punto de paso en el cual, durante la Guerra de Independencia de México, se hospedaron cerca de 700 soldados insurgentes que acompañaban a Miguel Hidalgo.

“Es un sitio muy emblemático, pero la casona y los corrales fueron destruidos en esos años. Ya para el 62 ya estaba edificado. Contaba con un gimnasio, con una biblioteca, la pinacoteca, y aparte el gimnasio, con piso de duela”, agregó, “todas las preparatorias jugaban ahí sus torneos de basquetbol, era de los lugares mejor acondicionados. Y al final había un área para baño-sauna. Entrando a la izquierda estaban los billares, ahí mi papá y mucha gente se la pasaba todo el tiempo. En el extremo derecho había como una fuente de sodas y ahí jugaban dominó y luego se cruzaba un pasillo y estaban los baños sauna y había un bar que funcionó hasta hace unos años”.

El patio español. / Foto: Internet.

Fue en redes sociales que primero se reportaron los trabajos de demolición del inmueble y fue en este mismo espacio que también se habló de que fue construido por Zeferino Domínguez, ingeniero que creó, entre otros emblemas arquitectónicos de Saltillo, el Ateneo Fuente. Al respecto Recio no confirmó el dato pero considera que es posible.

“Todo es estilo funcionalista, muy sencillo, la fachada tiene mármol, es un material caro pero a fin de cuentas es muy sobrio, pero lo más triste es la desaparición del patio español, porque es un estilo muy mexicano, muy de la época de los 30’s-40’s, con el estilo art-decó, por lo tanto es muy posible que sí haya participado Zeferino Domínguez porque él estaba muy imbuido en esa corriente, lamentablemente ya está destruido”, explicó.

“Se está cerrando un capítulo en Saltillo con construcciones que ya no teníamos en los 60 como los portales o el Banco y Hotel de Coahuila, pero ahora además del Cine Palacio desapareció el Restaurante Eno’s, entonces en mayor o menor escala es cómo se va perdiendo esa parte emblemática de Saltillo y no va quedando gran cosa. Tampoco se trata de vivir anclados en el pasado pero sí hay algunos aspectos que deberían respetarse”, agregó.

El historiador lamentó esta pérdida y recordó cómo en otros lugares del mundo existen ejemplos de sitios históricos que han encontrado nueva vida o que se han mantenido como tal con el paso de tiempo, sin necesidad de ser demolidos para dar paso a algo más moderno.

“En Sevilla hay un restaurante, que tiene cerca de 700 años, es una galería subterránea. Y en Sevilla también está Las Escobas, que es un restaurante donde comió Miguel de Cervantes y todavía funciona. En Saltillo me parece que está quedando grande el apelativo de la Atenas de México porque no se ve preocupación por conservar, por preservar y por darle nuevos giros a edificios culturales”, concluyó.