Los españoles, como los italianos y los mexicanos, tienen una vida social muy activa, muy amigue-ra. Es parte de su cultura salir todos los días a tomarse un café y encontrarse con el vecino, comer fuera, beber un trago después del trabajo, salir el fin de semana. ¿Cómo iban a cambiar de un día para otro su ritmo de vida por una enfermedad que nació en el Lejano Oriente?

“Empezaron las recomendaciones generales, pero la población tampoco se lo tomó muy en se-rio, no había medidas estrictas, no prohibieron eventos masivos, solo recomendaciones genera-les: es un virus contagioso, puede permanecer tanto tiempo en la ropa, lavado de manos, aislar-te un poco, pero nada estricto. Eran recomendaciones generales que la gente por su misma idio-sincrasia y cultura no pudo adoptar. Una persona cuando se levanta, se lava la cara y va al bar de su casa todos los días, y se reúnen al menos 20 personas las mañanas”, relata la doctora.

Y mientras ella habla desde su visión como ciudadana y como especialista en la salud, en Saltillo, Coahuila, las personas salen a la calle como si se tratara de un día inhábil y no el primer día de la contingencia sanitaria ordenada por el Gobierno del estado (que incluye suspensión de eventos masivos, cierre de bares y otras medidas que impactan en la vida cotidiana de los ciudadanos).

En esas horas en que se manifestó la indiferencia de una parte de la sociedad saltillense para seguir las disposiciones de prevención, las autoridades de Italia informan la muerte de más de 600 personas por COVID-19.

“La mayoría no acataba las medidas como tal, por su misma cultura. Por eso estamos como tal”, dice mientras el hospital donde labora alista más cuartos de aislamiento y retrasa operaciones y cirugías porque sencillamente no hay capacidad para enfrentar la pandemia.

MÉXICO, A TIEMPO DE EVITAR CAOS

Cuando el gobernador de Coahuila, Miguel Ángel Riquelme Solís, anunció la cuarentena para los 38 municipios, no había ningún caso nuevo y confirmado de coronavirus, y México apenas había registrado la primera muerte por COVID-19. Y más allá de responder con pánico, los mexicanos tienen la oportunidad de actuar con inteligencia y responsabilidad durante la fase de prevención.

“México está aún en la fase de prevención. Todavía ahora tomando las medidas correctas”, dice la doctora sobre la actuación del Gobierno federal, encabezado por Andrés Manuel López Obrador. Pero el problema se puede volver enorme y si la sociedad no acata responsablemente las medidas, los servicios de salud colapsarán.

“Sobre todo es mucha conciencia a la población, va a ser un tema difícil porque somos unas cultu-ras muy parecidas. Siempre te pones algo para no creerte de qué va todo esto. El consejo más importante es darle mucha difusión a la prevención, que a la gente le quede claro que tiene que resguardarse en sus casas la mayor parte del día”, dijo la especialista.