Los niños que viven en un clima de violencia suelen tener características que a largo plazo los puede convertir en personas agresivas o víctimas de violencia. Rosa María Salazar, directora de la fundación Luz y Esperanza, advierte que las madres son las que llevan la peor parte porque generalmente son atacadas por sus parejas y no reaccionan ante el comportamiento de sus hijos.

“Este tipo de niños tienen falta de límites, baja tolerancia a la frustración y son muy irritables, pero una situación que se observa en la mayoría de los niños y niñas es que ellos por sí mismos son agresivos; incluso pueden llegar a agredir a la propia madre”, dice la experta. 

Advierte también que la omisión que tienen las mamás hacia los niños no es voluntaria ni consciente, es parte de la misma sumisión que viven con su marido o su actual pareja. En la dinámica en la que viven las mujeres y el daño psicológico que tienen obviamente que hay actos de omisión hacia los niños y eso convierte a los niños en una situación de indefensión en un riesgo muy alto.

“Cuando vemos que existe una situación de riesgo extremo acudimos a dar la notificación ante Procuraduría de los Niños, Niñas y la Familia (Pronnif), no en el afán de que se les retire los niños a la señora, sino que estén enteradas de que hay un riesgo que están en tratamiento y deben tener un seguimiento a los niños y niñas”.

Rosa María Salazar también señaló que un niño que vive violencia existe la posibilidad de que en la etapa adulta o sea agresor o sea víctima de violencia y descartó que necesariamente tengan que verse involucrados en la delincuencia, pues eso dependerá de diversos factores relacionados con el abandono y otras cuestiones sociales o del entorno.

Rasgos de los hijos de mujeres maltratadas.
> Tienen falta de límites.
> Baja tolerancia a la frustración.
> Son muy irritables.
> Son agresivos y pueden llegar a agredir a su madre.