¿Qué hacer con ISIS?
Usted está aquí
¿Qué hacer con ISIS?
En muy poco tiempo el país de facto que recibe el nombre de Estado Islámico de Irak y el Levante, coloquialmente conocido como ISIS, se ha convertido en la mayor situación de riesgo a la seguridad del mundo, y enfatizo del mundo, porque a pesar de que ataques como los acaecidos en Paris o en Bruselas reciben una importante cobertura mediática, lo cierto es, que la mayor parte de los atentados terroristas vinculados con ISIS se dan en países musulmanes.
Después de estos ataques terroristas, los habitantes de ningún país en el orbe se pueden sentir inmunes a este tipo de acciones, lo cual obliga en cierta medida, a los países que conforman la Unión Europea y a las grandes potencias globales como Estados Unidos, Rusia, China o Japón a afrontar seriamente el problema de ISIS.
En un inicio, ISIS parecía un país experimental de facto, destinado a fracasar, no sólo porque carece del reconocimiento legal de otros Estados, lo que le impide tener representación en organismos internacionales y firmar tratados comerciales. Sino que, además se encuentra en una gran franja de desierto estéril en el norte de Irak y el este de Siria, territorio que además de ser disputado con ambas naciones, también es reclamado por una minoría kurda que busca instaurar un nuevo Estado independiente en la zona.
Pero a pesar de los malos augurios, ISIS ha logrado sobrevivir a partir de la subyugación por las armas de los habitantes que viven en dicho territorio y además porque las redes ilegales que manejan el tráfico de distintos productos, le ha encontrado cabida al petróleo y a las obras de arte que utiliza ISIS para financiar sus actividades.
ISIS, en resumen, representa varios problemas tangibles, el primero de ellos es que no se trata de un Estado en la concepción tradicional, ya que es más parecido a una secta que a una nación, es decir, que puede tener seguidores en prácticamente cualquier país del mundo y que, además, son ciudadanos de dicho país, lo que eleva el riesgo de que se planeen ataques terroristas en los mismos.
Además, se trata de una facción que lleva los preceptos del Islam al extremo, que cercena las libertades de las personas que se encuentran en dicho territorio y que tiene nula tolerancia con otras religiones, llegando a cometer atrocidades como la de torturar a niños por el hecho de haber sido bautizados como cristianos, cuando los mismos ni siquiera tenían plena conciencia de lo que ello significaba.
Los actos terroristas llevados a cabo por personas vinculadas a ISIS también están teniendo un impacto negativo en la política humanitaria de la mayor parte de los países de Europa, los cuales en los últimos meses habían dado asilo a miles de refugiados provenientes de Siria, pero que a partir de los ataques, muchos países como Francia y Alemania no sólo han suspendido el recibimiento a los desplazados, sino que ahora se proponen repatriarlos, lo cual es un acto que pone en peligro la vida y la integridad de los mismos.
Por último, también es un peligro para la estabilidad de la región, no sólo porque la amenaza de su expansión es real, es decir, que si sigue creciendo podría poner en peligro la integridad de países como Siria, Irak, Jordania, Turquía, Armenia o Irán. A lo que además se debe sumar el hecho de que podría verse tentado a realizar ataques al territorio de Israel.
En síntesis, hoy las grandes potencias del orbe tienen frente a sí una disyuntiva, deben decidir si lanzan un ataque a gran escala que acabe con dicho Estado de facto, pero dicha acción implica de entrada el asesinato de miles de civiles, cuyo único pecado es vivir en la zona, ya que la mejor forma de lanzar un ataque a gran escala es a partir de bombarderos aéreos.
Evidentemente también será una campaña costosa y que tardará varios años en concretarse, porque el territorio en el que se asienta ISIS permite una lucha que coloquialmente se conoce como guerra de guerrillas, es decir, ataques rápidos a las tropas de los demás países y una huida inmediata a las montañas o al desierto.
Lo más grave es que, aunque se dé la destrucción de ISIS como país, difícilmente los ataques terroristas van a detenerse, ya que como se dijo hace algunos párrafos, ISIS tiene admiradores en todo el mundo, los cuales pueden implementar ataques, aunque haya desaparecido el Estado Islámico.
Incluso es posible que una gran ofensiva para detener a ISIS aliente a los elementos más radicales del islamismo para llevar a cabo ataques terroristas, ya que los mismos le dan motivos más que fundados a los que consideran que se trata de una guerra santa, en donde destruyen a occidente u occidente los vendrá a destruir a ellos.
victorsanval@gmail.com
@victorsanval