Lo hemos dicho varias ocasiones en este generoso espacio: todos los días en Coahuila y en México (en influencia directa por lo que sucede como trama e investigación a seguir en España y Estados Unidos) se le agregan nuevos capítulos a la telenovela (drama, lágrimas, risas y llanto) donde se tejen a diario y se documentan las relaciones peligrosas y vecinales entre grupos del narcotráfico (el violento cártel de los Zetas que todo lo pudre) con la administración desastrosa de Humberto Moreira, la interina de Jorge Torres López y, ahora, esta presunta red de complicidad, pagos, sobornos, alianzas y coloración ha tocado a las puertas de la actual ejecución estatal, la de Rubén Moreira, que se creía de manos limpias. Al parecer, no lo es. 

“Cuando no tienes recuerdos en la memoria, los tomas del arte”, espeta un personaje en la novela sobre periodismo, basada en hechos reales, “Número Cero”, de Umberto Eco. ¿Qué es el lavado de dinero? En la novela, si usted no lo sabe, y toma un “recuerdo” del arte, es lo siguiente: ante la vista de un restaurante lujoso y una plantilla alta de personal y operatividad, queda: “El local sirve para reciclar diariamente dinero sucio, que llega sin cesar. Tú sirves a los poquísimos clientes que entran por casualidad todas las noches, pero cada noche emites una serie de facturas como si hubieras tenido 100 clientes. Una vez que has cerrado la caja, ingresas el dinero  con el banco; y para no llamar la atención con toda esa pasta en metálico, abres cuentas en veinte bancos distintos. Con ese capital, que ya es legal, pagas los impuestos que debes, después de haber deducido generosamente los gastos de gestión y de suministro. Se sabe perfectamente que para lavar dinero sucio hay que tener en cuenta que perderás el 50 por ciento. Con ese sistema pierdes mucho menos”.

¿Le suena en el oído esta forma de operar? ¿Con quién la relaciona ayer y actualmente? Sí, primero, cuando fue detenido en España el exgobernador de Coahuila y expresidente Nacional del PRI, Humberto Moreira (¿de qué vivía, a qué obedecía tan alto ritmo de vida, de dónde y de qué empresas verdaderas o ficticias salían los gastos de él y su familia en sus largas estancias y estadía en España? Está en la investigación). Y hoy es la misma historia con otro coahuilense detenido en España y vinculado con el primero, es el ya tristemente célebre Juan Manuel Muñoz, apodado “El Mono” o “El Inge”, a quien igualmente en EU lo tienen bajo investigación y del cual ya han pedido su extradición (medio Coahuila va a temblar cuando pase lo anterior). 

Esquina-bajan

El señor Muñoz está detenido en España dentro de una investigación con el expediente 1232/2016UDEF-BLA. Aquí se incluyen a Moreira Valdés y a funcionarios y exfuncionarios de Coahuila que, según ha salido a la luz pública, estarían involucrados con él en una en una gigantesca red de complicidades, dinero, lavado de dinero y, presuntamente, con nexos directos con el cártel de los Zetas. ¿No hay clientes en sus restaurantes? No, pero sí hay harto flujo de dinero. Restaurantes, bares, estaciones de gasolina, hoteles y negocios de varios otros giros son los que tiene el apodado “El Mono” Muñoz. 

En Saltillo, Muñoz Luévano es propietario del Servicio Puerta del Oriente en bulevar Fundadores. Estación E10222, clave SIIC 0000114342. Otra es una estación ubicada en el bulevar Valdés Sánchez 1541 en Manantiales (E09654. SIIC 0000113774). En Torreón es la estación de servicio Paseo Cerro de las Calabazas 2030, en el fraccionamiento Ciudad Nazas (E10650 SIIC 0000114770). ¿Son negocios con dinero bien habido y administrado? Lo debe de probar a las autoridades españolas y norteamericanas. Curiosamente, no a las nacionales. Menos a las coahuilenses.

El tipo está bajo investigación por ser presuntamente el enlace y el lavador de dinero preferido de los Zetas con políticos coahuilenses con operación en Europa. Según los puntillosos reportajes del diario El País con base en las indagatorias del juez Santiago Pedraz de la Audiencia Nacional, Muñoz tiene en Saltillo 30 gasolineras, ranchos, restaurantes, terrenos, inmuebles urbanos y un avión privado (hoy sabemos que es un avión King Air C90, modelo 1988, matrícula N585R, mediante un fideicomiso denominado Aircraft Guaranty Corporation, en Estados Unidos), ojo, como en su momento se le acusó también a Vicente Cháires, un colaborador cercano a HMV hoy desparecido, de tener aviones, estaciones de radio y negocios al por mayor.

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Al parecer, todos tienen las manos manchadas, ¿qué hacemos con el “Mono” cuando lo extraditen a EU?