¿Qué hace de Coahuila el paraíso de la publicidad oficial?

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¿Qué hace de Coahuila el paraíso de la publicidad oficial?

Una empresa que gasta 96 mil pesos por hora en propaganda y no es capaz de posicionar un mensaje favorable a sus intereses en la opinión pública, es un negocio que desfila rumbo al fracaso. Eso es lo que actualmente sucede al Gobierno de Coahuila.

Me explico. La Secretaría de Finanzas acaba de actualizar la información correspondiente al tercer trimestre de 2018 respecto del avance de gestión presupuestal. Ahí reporta que, del 1 de enero al 30 de septiembre, la administración estatal ha devengado 622 millones 342 mil pesos en “servicios de comunicación social” pese a que sólo había presupuestado 518 millones 499 mil para todo el año.

A ese ritmo, cabe señalar, la proyección es cerrar la anualidad con 829 millones 789 mil pesos erogados en ese rubro. Un promedio de 69 millones 149 mil mensuales o 2 millones 305 mil diarios. Pero aún faltaría agregar el evento más importante, y por el cual hay que anexar un extra de recursos: el bombardeo alusivo al Primer Informe, a celebrarse el próximo 30 de noviembre. Con ello el total se puede ir hasta los 900 millones de pesos tranquilamente.

El tema no es nuevo. Más bien, es crónico y cíclico. Y ya le agarraron el modus operandi: en el presupuesto de egresos inicial fijan una cantidad que, al paso de los meses, se amplía y termina por duplicarse. Y no pasa nada. Nadie levanta una ceja pese a que no existen criterios claros, objetivos y transparentes acerca del uso y asignación de la publicidad oficial.

Para ejemplificar, tomaré como referencia los últimos cuatro años.

En 2017 fueron etiquetados inicialmente 528 millones 499 mil pesos. En 2016 la misma cifra. En 2015, en cambio, 830 millones 499 mil y en 2014 destinaron 742 millones 892 mil.

Al final del ejercicio fiscal, en cambio, despilfarraron 1471 millones 589 mil pesos en 2014, 859 millones 004 mil en 2015, 959 millones 557 mil en 2016 y 1428 millones 571 mil en 2017.

En resumen, en esos cuatro años derrocharon 4718 millones 721 mil pesos cuando, originalmente, habían presupuestado sólo 2630 millones 389 mil pesos. Es decir, aumentó un 45 por ciento el gasto. Y no, no existe justificación.

Lo mismo sucederá durante la primera gestión anual encabezada por Miguel Riquelme. Al final harán alquimia financiera, sin embargo sólo 344.4 de los 622.3 millones que han dilapidado en los primeros nueve meses de 2018 son comprobables a través de facturas, como consta en el portal de “difusión” de la Secretaría de Finanzas. El 45 por ciento restante no es identificable.

Por lo demás, en una época donde no existe monopolio de la información, donde las plataformas de tecnología streaming han hecho que apartemos la vista de la televisión abierta, donde Spotify o YouTube invitan a no escuchar la radio, y donde se consumen cada vez menos noticias en papel, Gobierno del Estado apuesta por comunicarse como si estuviéramos en 1998. Y repetir hasta la saciedad la frase huera del “Fuerte, Coahuila es”. Por otro lado, en el ámbito multimedia, cualquiera se puede inventar un blog y desde ahí facturarle –o sin factura, es lo de menos- como publicista una supuesta venta de espacios que muy pocos, por no decir nadie, ve.

Todo ello contribuye a hacer de Coahuila el campeón. No hay otra entidad federativa que derroche tanto en publicidad oficial año tras año, como han documentado las organizaciones Article 19 y Fundar.

CORTITA Y AL PIE

Lo anterior es incongruente cuando se festina que habrá un ‘ahorro’ de 520 millones de pesos al mes en el pago de la deuda (24/10/18), y que por esa razón se renegoció por tercera vez.

(Con la Tasa de Interés Interbancario al alza, ese presunto ‘ahorro’ será inexistente. Al tiempo).

LA ÚLTIMA Y NOS VAMOS

Nada detiene la sangría. Ni en los años del impasse en las finanzas a causa del endeudamiento irresponsable dejó de fluir el dinero en publicidad oficial: 988 millones 275 mil pesos en 2011, y 948 millones 352 mil pesos en 2012.

Tampoco se peca de ingenuidad. Las carretadas de dinero público son el costo de la legitimidad. Y ni así.

@luiscarlosplata