¿Qué es la 'cancel culture'? Intelectuales piden el 'derecho a discrepar'

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¿Qué es la 'cancel culture'? Intelectuales piden el 'derecho a discrepar'

En México, ‘cancelar’ standuperos o figura públicas se ha hecho común en los últimos días, sobre todo cuando se entra en terreno conflictivo al criticar o señalar a políticos y mandatarios. ESPECIAL
150 intelectuales entre los que destacan J.K. Rowling, Noam Chomsky, Martin Amis y Margaret Atwood, expresaron su preocupación por la ‘intolerancia hacia las perspectivas opuestas y la moda de la humillación pública’ que está ganando fuerza tras las protestas antirracistas y las demandas de igualdad e inclusión

Hace unas semanas, la escritora británica J. K. Rowling, creadora de la saga de libros de “Harry Potter”, se convirtió en tendencia en redes sociales al ironizar en Twitter sobre un texto en el que se usaba la expresión ‘personas que menstrúan’ en lugar de ‘mujeres’, por lo que fue objeto de una oleada de críticas y acusaciones de transfobia, a lo que se sumaron otras figuras públicas como colegas y actores de las películas basadas en sus libros –como Daniel Radcliffe y Emma Watson– desmarcándose de su punto de vista, lo que provocó que muchos usuarios y activistas incitaran al boicot de algunas librerías que ya han dejado de vender los libros de Rowling.

Aunque la escritora no entró en el debate, el tema continuó creciendo, tanto así que este martes más de 150 escritores, académicos e intelectuales ―entre los que figuran Noam Chomsky, Salman Rushdie, Gloria Steinem, Margaret Atwood, Martin Amis y por supuesto, J.K. Rowling ― firmaron una carta abierta en la que denuncian una creciente ‘intolerancia’ por parte del activismo progresista estadounidense hacia ideas discrepantes. Tal y como expone el escrito, consideran que esto hace mella en ambientes académicos y culturales, donde hay señalamiento y boicoteo, ‘castigos desproporcionados’ y una consiguiente ‘aversión al riesgo’ o autocensura que empobrece el debate público.

Los editores son despedidos por publicar piezas controvertidas, los libros son retirados por supuesta falta de autenticidad, se prohíbe a los periodistas escribir de ciertos temas, los profesores son investigados por citar trabajos de literatura en clase, un investigador es despedido por divulgar estudios académicos revisados, y los jefes de las organizaciones son cesados por lo que a veces solo son errores torpes”.
‘A Letter on Justice and Open Debate’ en Harper’s Magazine.

Las reacciones hacia el texto titulado “Una carta sobre la justicia y el debate abierto” publicado en la revista Harper’s, han sido diversas. Ya que aunque los firmantes aplaudieron las protestas por la justicia racial y social, por una mayor igualdad e inclusión, alertaron de que este ‘necesario ajuste de cuentas’ ha intensificado también ‘un nuevo conjunto de actitudes morales y compromisos políticos que tienden a debilitar nuestras normas de debate abierto y de tolerancia de las diferencias en favor de una conformidad ideológica’. “Las fuerzas del liberalismo están ganando terreno en el mundo y tienen a un poderoso aliado en Donald Trump, quien representa una verdadera amenaza a la democracia, pero no se puede permitir que la resistencia imponga su propio estilo de dogma y coerción”, señalan los autores.

ESPECIAL

MÁS ALLÁ DE ‘HARRY POTTER’

Otros casos que provocaron la creación de esta carta, fue la renuncia de James Bennet como jefe de opinión de The New York Times, a principios de este mes. El motivo fue la publicación de una columna del senador republicano Tom Cotton, en la que el político pedía una respuesta militar a las protestas y disturbios por la muerte del afroamericano George Floyd. Fueron tantas las críticas dentro y fuera de la redacción que Bennet prefirió renuncia y pedir disculpas. El editor admitió que no debía haber publicado esa opinión y que no había sido editada con suficiente rigor.

A raíz del mismo conflicto, el 10 de junio, la Poetry Foundation anunció la dimisión de dos de sus dirigentes después de una carta de protesta de 30 autores que consideraron ‘tibio’ el comunicado de denuncia de la violencia policial. También dimitieron la presidenta del Círculo Nacional de Críticos de Libros y otros cinco miembros entre críticas de racismo y violaciones de la privacidad por diversas quejas en las redes sociales. Un analista electoral, David Shor, fue despedido de la plataforma Civis Analytics tras la tormenta que se generó por haber tuiteado el estudio académico de un profesor de Princeton que alertaba de los efectos perversos de las protestas violentas. Según relató a The New York Magazine, algunos empleados de la firma consideraron que el tuit de Shor “ponía en riesgo su seguridad”.

El debate en redes sociales ha iniciado, pero ¿será que alguien tiene en realidad la razón? Entre los 150 intelectuales que se unieron hay escritores, dramaturgos, profesores universitarios de las más prestigiosas universidades, ensayistas y periodistas. Además, la carta señala que cada vez es más frecuente escuchar llamadas a imponer ‘represalias rápidas y duras en respuesta a lo que se percibe como transgresiones del discurso y el pensamiento’, y sostiene que lo ‘perturbador’ es que los líderes institucionales están dando ‘castigos desproporcionados en lugar de reformas meditadas’.

¿QUÉ ES ‘CANCEL CULTURE’?

Uno de los temas que aborda la carta es una tendencia que ha tomado fuerza en los últimos meses en Estados Unidos, se refiere a la creciente y justa cero tolerancia hacia problemáticas como el racismo, el sexismo o la homofobia, pero que a su vez están alimentando también algunos excesos que buscan silenciar cualquier disidencia.

Los críticos suelen referirse a esto como ‘Cancel culture’, cuya traducción literal sería ‘cultura de la cancelación’ y que hace referencia a los vetos y señalamientos a creadores o docentes por cualquier desvío de la norma; o ‘woke culture’ (derivado del inglés, despertar), que hace referencia a una actitud de alerta permanente. El debate sobre dónde acaba la cero tolerancia hacia los abusos y dónde se empiezan a ‘cancelar’ a los líderes de opinión, también se extiende a las actuales agresiones contra estatuas y monumentos nacionales, así como a la comedia.

En México, ‘cancelar’ standuperos o figura públicas se ha hecho común en los últimos días, sobre todo cuando se entra en terreno conflictivo al criticar o señalar a políticos y mandatarios. El caso más reciente es el de Paco de Miguel, un comediante mexicano que se ha hecho popular en las redes sociales, y que fue duramente criticado por tuitear sobre la administración del actual presidente de la República Mexicana, Andrés Manuel López Obrador. Aunque se trató de una simple broma, miles de usuarios en las redes pidieron ‘cancelar’ al tuitero, haciéndonos reflexionar acerca de la forma en la que se castiga la libertad de expresión en nuestro país a través de las redes sociales. (Con información de El País y ABC)

ARCHIVO

LOS QUE FIRMARON:

Además de los citados están Noam Chomsky, Gloria Steinem, Ian Buruma, Mark Lilla, Margaret Atwood o Martin Amis, figuran novelistas como John Banville, Jeffrey Eugenides, J. K. Rowling o Salman Rushdie; ensayistas (Paul Berman, Anne Applebaum, David Brooks, Francis Fukuyama, Malcolm Gladwell, Atul Gawande, Enrique Krauze, Arlie Russell Hochschild, Michael Ignatieff, Greil Marcus, Fareed Zakaria, George Packer o Andrew Salomon); músicos (Wynton Marsallis), y hasta exajedrecistas (Garry Kasparov).