Muchas veces se acuñan términos nuevos para viejos principios. Cristianismo protestante. Nacional Socialismo. Todos términos que promueven una nueva corriente dentro de otra ideología. La “alt-right” propone ser el nuevo movimiento conservador.

Puede traducirse como la “nueva derecha” que existe en individuos que rechazan ideas típicas conservadoras. Muchos de ellos concuerdan en la supremacía de la raza blanca, la oposición a la inmigración, reprobación hacia el Islam, populismo, antifeminismo y elevar el rol masculino.

Incepciones de la "alt-right"

Aun cuando mencionar a la “alt-right” nos hace mirar al presente, muchas de las ideas que inspiraron al movimiento alternativo conservador datan de pensadores como Friedrich Hegel, que buscan aspirar a un tiempo pasado donde la clase elitista gobernaba y la clase obrera obedecía.

En marzo de este año, activistas del movimiento “alt-right” definieron una especie de “manifiesto” donde se describe al movimiento de incorporar ideas de la “vieja derecha” de Estados Unidos e incorporarlas a las nuevas ideas conservadoras de Europa.

Lo cierto es que cada miembro de la “alt-right” debe llamarse a si mismo "alt-right" y definirse como tal. Pues es difícil encontrar dos miembros conservadores que se hallen en completo acuerdo con cada una de sus ideas. Orwell quizá temblaría al encontrar que algunos conservadores “son más iguales que otros.” 

Representantes "escandalosos"

Según el sitio de noticias Breitbart editado por Steve Bannon – quien funge como consejero para el republicano Donald Trump – un artículo titulado “La guía de un establecido conservador para la derecha alternativa (alt-right)”. Este texto divide al movimiento en cuatro grupos:

• Los conservadores “naturales” o lo que el psicólogo Jonathan Haidt se refire a gente que se siente instintivamente atraída a las ideas de orden, honor, armonía y opuesta al sentimiento de izquierda que busca igualdad, políticas de justicia y oportunidades. Puedes ser estos los “idealistas” del movimiento “alt-right”.

• Luego sigue la “pandilla de memes” o simples jóvenes internautas que se dedican a compartir sus opiniones mediante imágenes humorísticas, a veces incluso “ofensivas”, que atacan a las ideas liberales.

• Grupos Neo-Nazis que adoptan estas ideas conservadoras adaptadas a sus narrativas de supremacía racial y antisemitismo, que recientemente han llegado a mostrar su apoyo sobre los discursos de Trump.

• Finalmente se encuentran los susodichos intelectuales. También conocidos como la “esfera de hombres”, que se consideran los némesis de grupos radicales feministas y propagandistas del lenguaje políticamente correcto.

El Backlash

Muchos han llegado a especular, como el escritor Jules Evans, que la contante presión de las autoridades liberales o de “izquierda” a cargo dentro de los países como Estados Unidos. Además de los constantes ataques o ad hominems dirigidos a personas con ideas conservadoras como “racistas”, “misóginos”, “intolerantes”, “xenófobos” y demás.

La “alt-right” podría ser la respuesta conocida en inglés como “backlash”. Y casi como en el evento de la WWE, estas facciones cansadas de ser hostigadas por los grupos liberales que consideran sus proposiciones como inmorales. Un ejemplo sería los ataques que ha recibido el periodista Milo Yanniopoulos por sus comentarios “duros” sobre el feminismo que lo han llevado a suspender su cuenta de Tweeter.

"Fans" Neo-nazis y miembros del KKK

Miembros como el grupo de 1488 y la última ola de miembros del KuKluxKlan, han mostrado su apoyo, o solamente aprobación, a los discursos controvertidos de Donald Trump durante su campaña.

Un ejemplo sería el discurso del líder Richard Spencer en Washington, D. C. donde se le alabó con “saludos romanos”- que la gente común conocemos como “saludos nazis”- donde el líder del “alt-right” alabó la victoria de Trump y humilló a sus críticos como “cucks” o “cuckolders” (término que se refiere a hombres afeminados o sumisos).

Imperante comunidad internautica

Uno de los grupos más notables que han llegado a invadir los sitios web como 4chan, 8chan u otros sitios que plagaron estos sitios con imágenes que hacen referencia a las ideologías conservadores y hacer burla de las propuestas liberales, así como la candidatura de Hillary Clinton.

Y al parecer mientras más gente se mostraba “ofendida” o “disgustada” por estos memes entre las comunidades de usuarios anónimos, el movimiento se había vuelto más prevalente. El aire solo avivaba esta llama conservadora que tenía en mente a poner un nombre a cargo de Estados Unidos: Donald Trump.

El anonimato ha brindado a estos grupos poder refugiarse y llamar la atención de las personas en apoyo a las ideas de izquierda para “dañarlos” de cualquier forma posible desde las plataformas virtuales.

La importancia de llamarse “Hombre”

También existe un factor masculino dentro de este movimiento. La glorificación, no solo del hombre balco, sino del macho en sí. El rol de un macho en la sociedad es algo que ha sido repetido por el mismo Yanniopoulos en entrevistas.

Según la “alt-right”, la masculinidad ha perdido fuerza en el mundo contemporáneo. Se glorifica aquel hombre “sumiso” o “beta” que cumple con las expectativas femeninas y no impone sus 

reglas en la casa. La cura del movimiento a la “decadencia del hombre”, dice Jules Evans, es celebrar la identidad masculina y buscar una forma de vida que impulse la fuerza masculina.

Esto ha creado una especie de “esfera de hombres” que busca la competencia y la jerarquización. Promueve el tribalismo donde solo puede existir un ganador y la victoria se puede conseguir a cualquier precio. Alcanzar el estatus de “macho alfa”, que impone su mandato sobre la “manada” con un estatus inferior.

"Hagamos a América grande otra vez", quizá lleve un trasfondo freudiano que llevaría otro artículo.