El oportunismo que caracteriza a los jóvenes turcos del Partido Verde Ecologista de México (PVEM) tiene su raíz en un gran chasco sufrido por el fundador de esa franquicia política, Jorge González Torres, chasco que se llevó tras el gran triunfo de Vicente Fox en el año 2000, donde González Torres puso su franquicia verde en alianza con el PAN para lograr un triunfo histórico, después del cual Fox le dio a don Jorge puro camote, lo cual vino a ser una de las más acertadas decisiones presidenciales del panista que, junto con la salida del Tratado de Río, logró darles una patada en el fundillo a dos Jorges por demás incómodos: a González Torres y a George W. Bush, disculpando la abismal diferencia entre ambos personajes.

La humillación recibida hizo más pragmático al dueño del PVEM, oportunismo que luego transmitió a su vástago Jorge Emilio González Martínez, el atorrante y peligroso Niño Verde.

Y decimos peligroso porque dinero y poder lo hicieron adicto a todo tipo de vicios y francachelas, al grado de que en una de esas orgías, una edecán búlgara perdió la vida en un departamento de los Verdes en Cancún y donde la autopsia del cadáver de Galina Chankova reveló violación anal y vaginal con desgarramiento, heridas de arma punzocortante así como una alta concentración de cocaína en la sangre. El olvido y la impunidad han cerrado el caso de esta modelo que fue atacada por psicópatas feminicidas muy verdes.

Hoy, los oportunistas del PVEM, traidores del PRI, han propuesto la pena de muerte para castigar los delitos de violación y feminicidio, reforma que bien podría ser la “Ley Chankova”, en honor de la edecán víctima de la trata de blancas, violada y asesinada por una pandilla de juniors que dicen ser ecologistas, así como se hace llamar el muy espeluznante Niño Verde.

Otros oportunistas son Margarita Zavala y Felipe Calderón, auténticos detritus del PAN mejor conocidos con el acrónimo de “MaZa Fecal”, los que ahora cuentan con una nueva franquicia política a la que han llamado México Libre, pero que han olvidado que en su sexenio teníamos que caminar con mucho cuidado para no salpicarnos en los charcos de sangre que muchas mujeres y niñas asesinadas dejaron por todo México.

Y es que en el sexenio de Felipe Calderón se dispararon los feminicidios en un 70 por ciento con respecto al gobierno de Fox, lo cual constituye un desastre humanitario con más de 121 mil asesinatos, con más de 40 mil niños huérfanos y las 24 niñas de la guardería ABC que murieron por la negligencia feminicida de la tía aún “libre” de Margarita Zavala.

Y el colmo del cinismo lo tenemos con otro farsante que, al igual que los oportunistas Verdes y la repugnante “MaZa FeCal”, también se ha sumado a la manifestación “Un Día sin Mujeres”. Se trata del gobernador de Nuevo León, Jaime Rodríguez Calderón, reconocido golpeador de mujeres apodado el Bronco, por misógino y abusón.

Y lo más lamentable resulta que, en este País de la misoginia perenne, una muerta puede ser una gran tragedia, como sucedió con Fátima, Ingrid o Karol Nahomi, mientras que miles de muertas solamente representan una estadística para estos cínicos oportunistas de la pornopolítica nacional.