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Punto final

Me disculpo de antemano por el tono personal de la presente colaboración, pero se trata de una de esas ocasiones en las cuales no puedo sustraerme a la tentación de dejar por escrito el balance particular de una etapa relevante de la biografía propia.

Como ciudadano coahuilense y como servidor público, he tenido la oportunidad de un raro privilegio: protagonizar la génesis y la extinción del Instituto Electoral y de Participación Ciudadana de Coahuila, una institución fundamental de nuestra sociedad.

Como ciudadano tuve la oportunidad de participar, en 2001, en el proceso de discusión del cual surgió el primer órgano electoral mexicano al cual se le encomendaron, además de la organización de las elecciones constitucionales, los procesos de participación ciudadana. Como servidor público asistí, el lunes pasado, a la sesión de clausura de los trabajos del Instituto, hoy en proceso de liquidación.

Con la conclusión de esta semana lo hace también el ciclo de vida de una institución de la cual tuve el privilegio de formar parte durante casi nueve años. El hecho me provoca un conjunto de emociones encontradas pero en ese conjunto, debo decirlo, prevalece por encima de todo lo demás, un timbre de orgullo por haber tenido la oportunidad de protagonizar esta porción de la historia de mi estado natal.

Muchas cosas importantes hay para reconocerle al IEPC:

Fue el primer órgano electoral de México en el cual se estableció el relevo escalonado de los integrantes de su Consejo General. Desde 2001 la regla se difundió y migró a otros entes públicos, incluso a los no relacionados con el ámbito electoral, pero fue en el IEPC donde se aplicó por primera ocasión.
Fue la primera institución electoral mexicana en realizar un ejercicio vinculante de votación electrónica y lo hizo, además, a partir de un prototipo diseñado por el personal de la institución.

Es el único órgano electoral mexicano en donde nunca, a lo largo de toda su historia, se contrató a una empresa privada para operar el Programa de Resultados Electorales Preliminares pues, desde la primera ocasión en la cual debió organizar unos comicios, contó con un sistema propio elaborado también por su personal técnico.

Fue el primer órgano electoral del País en aplicar reglas para eliminar la proliferación de propaganda política en las calles. Desde los comicios de 2002, Coahuila fue un ejemplo para el resto del País al disminuir, prácticamente a cero, la auténtica contaminación visual representada por la propaganda electoral.

Fue el primer órgano electoral mexicano en aplicar reglas para la contratación de espacios en medios electrónicos a través de la propia autoridad electoral. Con tal acción se garantizó la equidad en el acceso a los partidos políticos a la radio y la televisión y se facilitó la fiscalización de los recursos utilizados por estos.

Fue el primer órgano electoral mexicano en aplicar reglas diferenciadas para el desarrollo de las campañas políticas en los municipios de una entidad, a partir de considerar las diferencias poblacionales entre unos y otros.

El IEPC fue el órgano electoral que más elecciones constitucionales organizó en la última década -incluso sin contar en ese número las elecciones extraordinarias-, debido a las peculiaridades del calendario electoral coahuilense.

Fue el primer órgano electoral en el cual se diseñaron y operaron reglas para garantizar la paridad de género en la integración de los ayuntamientos de la entidad, amén de haber sido, a principios de la década pasada, el primer instituto electoral mexicano dotado de atribuciones para implementar un sistema de cuotas de género en las elecciones constitucionales.

El IEPC fue el órgano electoral estatal que más asesoría y apoyo técnico prestó al resto de los órganos electorales del País. Sus sistemas de votación electrónica, de resultados electorales preliminares y de fiscalización de recursos de los partidos, entre otros, fueron utilizados por más de la mitad de los institutos electorales de México. Ningún otro organismo electoral tiene una hoja de servicios de esa magnitud.

Por estas y muchas otras razones, formar parte del Instituto Electoral y de Participación Ciudadana de Coahuila ha sido el privilegio más importante de mi quehacer ciudadano y el reto mas relevante de mi vida profesional.

Aristas

El Consejo General del Instituto Nacional Electoral designó ayer a los consejeros electorales del nuevo órgano comicial de Coahuila. A ellas y ellos debemos desearles éxito en su encomienda e intentar contribuir, en la medida de nuestras posibilidades, a que lo tengan.

La nueva generación de consejeras y consejeros reúne experiencia, madurez y talento multidisciplinario. Deberán hacerlo bien… deberán hacerlo mejor.

¡Feliz fin de semana!

carredondo@vanguardia.com.mx

Twitter: @sibaja3