‘The Punisher’: un drama sobre la guerra
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‘The Punisher’: un drama sobre la guerra
“The Punisher” es una de esas series que dividen opiniones. Mientras que la crítica se ha mostrado decepcionada, los fans del personaje parecen bastante satisfechos. Existen variantes para que la serie de Netflix, parte del universo que ha creado Marvel desde 2015 (con el lanzamiento de “Daredevil”), haya causado impresiones tan diversas. Por un lado, fue lanzada al mismo tiempo que “Liga de la Justicia” (DC) en los cines, lo cual prendió las mechas de ambos bandos de entusiastas amantes de los cómics. En ese sentido, sobra decir que los dos proyectos van dirigidos a públicos completamente diferentes (además de los seguidores). Entonces, a “The Punisher” se le está midiendo con una vara quizá diferente, algo más puntillosa. Eso tiene su origen también en las expectativas que se cargó el proyecto desde que fue anunciado. Porque, qué triste, las más recientes series que se han estrenado en este mismo contexto/universo, han sido un fracaso (“Luke Cage” todavía consiguió algunos aplausos, pero “Iron Fist” y “The Defenders” estuvieron a punto de condenar al olvido la franquicia televisiva).
En “The Punisher”, Frank Castle vuelve a su rutina de venganza. La conspiración que dio muerte a su familia no ha terminado y en esta ocasión, consigue un aliado para continuar con la matanza. El conflicto se traslada a esferas del poder cada vez más altas. El escenario se entrelaza con las historias de posguerra.
Los veteranos que han sido abandonados, los jóvenes con neurosis de guerra, la desesperación, la locura, los traumas insuperables. Aquí, al menos, el conflicto es bastante simple… tanto que se le acusa de rellenar demasiados episodios con tan poco material. Muy cierto. Sin embargo, esta serie nos permite respirar, alejarnos de la mano, de los ninjas y de las absurdas y confusas problemáticas de las series hermanas; nos adentra, al contrario, en los recovecos oscuros de una problemática real: las guerras. Que puede parecer ingenua en ciertos momentos, es verdad; que resulta pretenciosamente creada para provocarnos con su violencia explícita, también; pero sus momentos buenos son realmente buenos. Si me dan a elegir entre “Iron Fist”, “The Defenders” o “The Punisher”, definitivamente me quedo con esta última.
No digo que “The Punisher” sea perfecta. Tiene sus debilidades. Por ejemplo, Frank Castle (Jon Bernthal) y David Lieberman (Ebon Moss-Bachrach) son los únicos personajes que realmente valen la pena. Los demás generan poca empatía. Son personajes sin fuerza, desmotivados, grises involuntariamente. De hecho, la presencia de Karen Page (Deborah Ann Woll) es una de las más forzadas, cursis e innecesarias.
En esta ocasión, estoy más cerca de los fans que de los críticos. La serie me gustó. Quizá es más lenta de lo que esperaba, pero se toma su tiempo para profundizar, al menos, en las motivaciones del protagonista.
Mi calificación: 75 de 100. Mi Twitter: @CalladitaR