CDMX.- Sólo André-pierre Gignac, sólo él, fue mucho para los Pumas a los que ya se les acabó el gas.

Tres goles del francés para poner en su lugar a los dirigidos por “Michel”, a los que la realidad se les vino encima. Después de seis juegos invictos, se toparon con pared. La derrota en casa ante Morelia y la vapuleada ante Tigres 3-0, evidencian lo que todos sabían: poco plantel y poco poder de reacción en la banca, donde se encuentra el español.

Pumas va en picada y se encontrará la próxima semana con el América, otro cuadro que viene herido y con varias bajas. Vaya momento para toparse en un clásico. Y Tigres ya despertó, o por lo menos abrió un ojo.  Aquel gol agónico de Nahuel Guzmán a media semana hizo que tomaran su enésimo aire. Otra vez se meten a la pelea y de la mano de su máximo referente, quien anotó sus dos primeros goles de penalti, pero el tercero lo realizó con una cabriola que valió por diez. Tigres está de vuelta, y Pumas en su realidad.