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Publica Sea Shepherd video de la sangrienta caza de ballenas japonesa
Un grupo de activistas anti caza de ballenas consiguió tras cinco años de batalla legal contra la censura del Gobierno australiano que se publiquen imágenes de ballenas que están siendo cazadas con arpones desde barcos japoneses en el océano Antártico.
El video de tres minutos fue publicado hoy por el grupo de conservación marina Sea Shepherd después de que el Gobierno australiano tratara de impedirlo. En él se ve cómo se saca del agua a las ballenas por la cola mientras que las aves marinas se alimentan de sus entrañas.
"Estas imágenes muestran la sangrienta brutalidad, la crueldad y el sinsentido de matar a estos animales tan bellos, inteligentes y majestuosos", dijo el director de la organización, Jeff Hansen.
"Se persigue a estas ballenas antes de alcanzarlas con un arpón explosivo que envía metralla por sus cuerpos mientras se disparan puntas de forma que la ballena no pueda escapar".
El video fue tomado por trabajadores aduaneros australianos durante una misión en el Antártico en 2008.
Gruesome whaling vision released. Does Australian government represent the will of its people? Or the Japanese whaling industry?
https://t.co/CI4YLtNW8F— Sea Shepherd (@seashepherd) 27 de noviembre de 2017
Hansen señaló que la motivación del Gobierno para tratar de eliminar el video es simple: "La principal razón era que las imágenes de esta horrible caza dañarían las relaciones diplomáticas con Japón".
Dos solicitudes de publicación anteriores fueron rechazadas porque el video estaba siendo utilizado como parte de una acción legal internacional contra la caza de ballenas japonesa. Una tercera fue rechazada el año pasado por el Gobierno porque su publicación "afectaría a las relaciones internacionales".
En mayo, el comisionado de información australiano derogó esa decisión y permitió más tarde la publicación del video al público.
En 2014, la Corte Internacional de Justicia estableció que la caza de ballenas japonesa no era científica. La decisión impidió la caza durante un año, pero la práctica se reanudó tras reducir el número de ballenas capturadas un tercio.
A principios de este mes zarparon los barcos japoneses hacia el Antártico para cazar a más de 300 ballenas presuntamente con fines científicos.