Prueba de confianza
Usted está aquí
Prueba de confianza
El pasado lunes 11 de julio, VANGUARDIA publicó una nota informativa, una de esas notas que destacan entre la vorágine de la nota roja y las noticias de corte político (a últimas fechas, la información policiaca y política forman una simbiosis inseparable).
La nota en comento es de una señora que merece todos mis respetos, por su edad, porque a estas alturas se ha perdido el respeto a los mayores y por su honestidad a toda prueba: mujer honrada, llena de años y decente. Atributos escasos en estos días.
Doña Virginia Tamez fue a las instalaciones de la Universidad Autónoma de Coahuila, a regresar un teodolito que su hermano Enrique en sus tiempos de estudiante, allá por la década de los cincuenta del siglo pasado, solicitó a la Escuela de Bachilleres Ateneo Fuente.
Pero antes de llegar a la Universidad, doña Virginia prefirió acudir al periódico VANGUARDIA, para contarles a los reporteros en la sala de redacción la historia del teodolito que permaneció a buen resguardo en su casa durante varias décadas.
Primero no lo entregaba porque se la pasaba trabajando –declaró a los reporteros-; luego se enfermó, se hizo el occiso (sic) porque no lo quería entregar, hasta que el año pasado Enrique murió.
El artefacto fue utilizado durante largo tiempo para estudios de ingeniería, luego lo arrumbaron en algún rincón, y ya graduado don Enrique muchacho en aquellos años partió a otras latitudes de la República, a hacer su vida profesional. Quizá se casó y tuvo hijos, como muchos profesionistas que abandonan Saltillo para instalarse en otra parte del mundo. Mientras tanto, el teodolito quedó muy bien guardado y conservado en su caja de madera se ve en la foto una caja con una correa de cuero y en el interior, el inseparable péndulo para fijar en el espacio ese ente misterioso llamado punto.
Me imagino a don Enrique en vida, utilizando el teodolito para obtener ángulos, como un marinero usa el sextante para medir la elevación del sol en el horizonte. ¿Sabrá el rector de la máxima casa de estudios de Coahuila lo que es un teodolito? ¿Habrá echado de menos del inventario de la Universidad el artefacto que desde alguna fecha del siglo pasado permaneció a buen resguardo en una vivienda de nuestro querido Saltillo?
Doña Virginia, preocupada por el valor histórico del aparato, una mañana, con un calor de perros, en vísperas de la canícula, fue al ropero, extrajo la caja y salió con rumbo a la Universidad. Lo que todavía no me queda claro es por qué fue al periódico a dejar constancia por escrito de que esa herramienta va a regresar a la Máxima Casa de Estudios. No será desconfianza, pero es que…
En estos tiempos ya no se puede confiar en nadie.
www.jesuscarranza.com.mx.
Jesús Carranza