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Proyecto de Constellation Brands es irregular y está basado en pacto secreto
Tijuana, BC. La planta que Constellation Brands construye en Mexicali para producir cerveza Corona y exportarla a California se basa en un convenio confidencial que la empresa firmó con el gobierno estatal, encabezado por el panista Francisco Vega de Lamadrid, quien le garantizó el abasto de 20 millones de metros cúbicos de agua anuales durante los próximos 50 años –recurso natural que Baja California no tiene asegurado, porque su acuífero está sobrexplotado– y una manifestación de impacto ambiental (MIA) llena de inconsistencias, señala un estudio ordenado por el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt) a un especialista en manejo de agua en zonas áridas.
Alfonso Cortez Lara, quien ha realizado estudios en México y Estados Unidos sobre la región de Mexicali, que depende de sus acuíferos y del río Colorado, determinó que la trasnacional estadunidense consumirá 50 por ciento más agua que las siete empresas industriales más importantes de la ciudad juntas, las cuales generan 10 veces más empleo que los mil prometidos por Constellation Brands.
La opinión técnica sobre la MIA y otros documentos oficiales del proyecto de construcción y operación de la planta cervecera Constellation Brands en Mexicali, fue encargada por el Conacyt a Cortez Lara, investigador nacional del Conacyt nivel 2, con estudios en desarrollo de recursos hídricos en la Universidad de Michigan.
La investigación fue realizada a petición del Instituto Estatal Electoral de Baja California.
En el convenio confidencial, el gobierno del panista Francisco Vega se comprometió a entregar a la empresa un polígono de terreno con topografía regular y potencial de uso de suelo requerido (industrial), infraestructura necesaria para funcionar, energía eléctrica, carreteras, vías de ferrocarril, cercanía con puertos aéreos, distancia adecuada al mercado de materias primas y disponibilidad de al menos 20 millones de metros cúbicos anuales de agua durante las próximas cinco décadas.
Entre las obras destaca un acueducto de 46.7 kilómetros con un costo para el erario de 594 millones de pesos, que iría del Valle de Mexicali al ejido El Choporo, y llevaría 475 litros por segundo desde el norte del valle, donde se ubican pozos profundos, a los terrenos de Constellation Brands. La población se opuso y el gobierno detuvo la obra.
El estudio señala que debe verificarse el cumplimiento de las condiciones que se pusieron a la empresa cuando solicitó la MIA, pues según la Secretaría de Protección al Ambiente lo hizo en sólo 30 días.
Cuando la dependencia autorizó la instalación de la planta estipuló que la MIA sólo sería procedente en los términos solicitados y se revocaría de presentarse rechazo social justificado o emergencia ecológica.
La investigación encontró que el proyecto se ha modificado con distintos documentos, y que la MIA –imposible de conseguir para los ciudadanos en general– contiene muchas imprecisiones e inconsistencias. Asimismo, concluye que es necesario verificar la congruencia de las decisiones tomadas considerando el estatus de sobrexplotación del acuífero del Valle de Mexicali reportado por Conagua (Comisión Nacional del Agua) y por diversos estudios técnicos, así como la alta demanda de agua para riego agrícola.