Proveedor reprueba como distribuidor de alimentos para reclusorios pero gana contrato para termovalorizadora

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Proveedor reprueba como distribuidor de alimentos para reclusorios pero gana contrato para termovalorizadora

Foto: Especial
Desde el 2014, Jack Landsman Stern, presidente de Grupo de Kosmos, vende a la CDMX el servicio de comida completo para los internos

Ciudad de México.- De acuerdo a Reforma, La Secretaría de Gobierno firmó dos contratos multianuales con la empresa por hasta mil 918 millones de pesos de 2014 a 2016 y por hasta mil 428 millones de 2017 a 2019.

Sin embargo, la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) ha reportado año con año que la alimentación de los presos de las prisiones capitalinas es deficiente.

"Inexistencia o deficientes condiciones materiales e higiene de la cocina y/o comedores", dicen las conclusiones de 2017.

"Condiciones materiales, equipamiento e higiene de la cocina y comedores. Deficiencias en la alimentación", se lee en las observaciones de 2015 y 2016.

La empresa está encargada desde el suministro de los víveres hasta su preparación e, incluso, de los espacios para cocinarlos en los reclusorios Norte, Oriente, Varonil Sur, Tepepan, las dos cárceles de Santa Martha Acatitla, el Centro Varonil de Rehabilitación Rehabilitación Psicosocial, el Torito y la Penitenciaria del Distrito Federal.

 

REFORMA dio a conocer que el contrato para construir la planta en la que se pretende incinerar basura para producir energía eléctrica fue ganado por socios de Kosmos asociados a la empresa francesa Veolia.

Aunque el contrato está vigente, la Jefa de Gobierno electa, Claudia Sheinbaum, anunció que cancelará la obra.

Este diario entrevistó a familiares de presos en el Reclusorio Oriente, quienes aseguraron que la comida ofrecida en el penal llega a tener hongos. "La comida dentro es horrible. Las tortillas se las dan con lama", explicó una mujer. Dependiendo del lugar en el que se encuentra el preso es la cantidad de comida que le hacen llegar.

Si está en la zona de ingreso es poco lo que recibe; si se encuentra con la población, pueden llevarle más. "Yo le traigo para poquitos días, porque ni modo que estén con comida adentro. Luego hay ratas y cucarachas, si de por sí se les suben, con la comida más", explicó una joven.

"Mi hermano se comió la comida de allá dentro y le dio una infección en el estómago que le duró 15 días y luego hubo que conseguirle las medicinas", señaló otro visitante. Dentro del reclusorio, hay venta de comida pero, de acuerdo con declaraciones de familiares, es la misma comida que deberían proporcionarles a los internos.

"Venden en $20 una bolsa de manzanas. Pero es la comida que ingresa para darles de comer", explicó un consanguíneo.

Con información de Reforma