Las y los trabajadores del sexo de Bruselas se declararon hoy en “huelga de solidaridad” tras el asesinato de una de ellas, apuñalada en una calle en la madrugada del martes.

La Unión de Trabajadores y Trabajadoras del Sexo Organizadas por la Independencia (UTSOPI) pidió que las luces de neón que caracterizan el barrio rojo de Bruselas permanezcan apagadas este miércoles.

En la región, pegada a la estación de trenes Nord, una de las más concurridas de la capital belga, también deben quedar cerradas las típicas vitrinas donde las prostitutas exponen sus cuerpos a la espera de clientes.

“Pedimos a quienes se lo pueden permitir que paren de trabajar o que expliquen a sus clientes el motivo de su conmoción”, instó UTSOPI, destacando el inédito movimiento de huelga en la categoría.

La prostitución es una actividad regularizada como profesión en la legislación belga. El asesinato del martes, del que fue víctima una inmigrante nigeriana de 23 años, fue el segundo entre las y los trabajadores del sexo de Bruselas en menos de dos semanas.

“Los colegas de la víctima están en choque y enojados. Hay un sentimiento de que, porque muchas prostitutas son de origen africano, la policía no les hace caso, no les protege lo suficiente”, explicó la vicepresidenta de UTSOPI, Sonia Verstappen.

Representantes del sindicato tienen previsto reunirse en los próximos días con autoridades belgas para discutir cómo mejorar la seguridad en su medio de trabajo.