A fin de reducir los casos por Síndrome Alcohólico Fetal, que daña el desarrollo físico y mental de los bebés, los legisladores reformarán las leyes de Salud y de Alcohol para promover la abstinencia entre embarazadas.

Georgina Cano Torralva, diputada local, refirió que el consumo de bebidas embriagantes puede ocasionar daños en la salud de la persona, y si a esto le agregamos que algunas embarazadas lo ingieren, el riesgo es doble, principalmente para el feto que se encuentra en pleno desarrollo.

“Cuando una mujer embarazada ingiere bebidas con alcohol, éste atraviesa con facilidad la placenta hacia el feto, puede causarle daño y conducir a un aborto espontáneo”, dijo.

Explicó que el Síndrome Alcohólico Fetal trae múltiples consecuencias: retraso en el crecimiento, en el desarrollo del cerebro y del sistema nervioso central, causándole al nacer disminución del tono muscular, mala coordinación, menor perímetro craneal, disfunción orgánica, anomalías faciales, problemas de coordinación y de motricidad.

Añadió que los daños se pueden manifestar en dificultades de aprendizaje, conducta y lenguaje; retraso en habilidades sociales, problemas de memoria y déficit de atención.

“No hay cura para las consecuencias que trae consigo el consumo de alcohol durante el embarazo, y lo más trágico es que se trata de un problema totalmente prevenible, por lo que debe promoverse la abstención.

“Debemos considerar que para los niños nacidos con cerebros y sistemas nerviosos dañados la vida resulta cruelmente limitada, desde el nacimiento hasta su muerte. Protejamos la vida que viene en camino”, refirió.