Promover el fracking, aun a costa de los peligros que implica, es deshonesto
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Promover el fracking, aun a costa de los peligros que implica, es deshonesto
En días pasados han salido varias notas en el periódico Vanguardia MX de personas que defienden la práctica del fracking (o fracturación hidráulica, método utilizado para extraer gas de esquisto –shale– del subsuelo, a miles de metros de profundidad, inyectando de 9 a 30 millones de litros de agua por pozo, junto con una mezcla de varios cientos de substancias químicas y arena sílica).
A partir de que el presidente Andrés Manuel López Obrador anunció la cancelación de los contratos que permitirían la explotación de gas shale en diferentes partes del país. Víctor Maldonado Montoya, presidente del Comité de Recursos Humanos e Infraestructura del Clúster de Energía Coahuila, señala que: “Prohibir la extracción de este gas perjudica a millones de hogares mexicanos y menoscaba la competitividad del sector productivo especialmente el industrial, como el automotriz de Coahuila, que es el más intensivo en el uso del gas natural. Una consecuencia más sería la pérdida de oportunidades de empleo para miles de profesionales y técnicos”.
Por otro lado, el líder del Congreso de Coahuila, Diputado Marcelo de Jesús Torres Cofiño, señaló que: “Si no se aprovecha el gas en Coahuila estaremos perdiendo 7 mil millones de dólares de inversión, una cifra histórica; y la generación de más de 150 mil empleos directos bien remunerados, más todos los indirectos”.
El secretario de Economía en Coahuila, Jaime Guerra Pérez, alertó que 30 mil empleos –de los que ofreció generar el Gobierno del Estado– corresponden a actividades del fracking para la extracción del gas shale: “Lo que se debería hacer es consultar a los expertos del Clúster Energético de Coahuila, con el objetivo de que tengan información sobre las nuevas técnicas del fracking y el impacto que se tiene sobre el medio ambiente, con el objetivo de que se pueda obtener una decisión técnica”.
Miguel Riquelme, gobernador de Coahuila, declaró que: “No se puede satanizar el fracking como hace años. Hoy las técnicas son muy distintas y se tiene casi sin afectación lo que todo mundo estamos cuidando”.
Las declaraciones anteriores son muy lamentables, porque las bondades mencionadas antes (fuente de creación de empleos, ¿30 mil o 150 mil?, de atracción de inversiones y de producción de energía) que presentan los cuatro funcionarios, aparte de otras que señalan los defensores del fracking, por ejemplo: que es un elemento de transición hacia un futuro renovable, y vía para frenar el cambio climático, son una falacia probada por muchos estudios. La extracción de gas shale genera muchos empleos menos que la minería o la extracción tradicional de petróleo o de gas; aparte de que los empleos mejor pagados estarán en manos de técnicos extranjeros. Los pozos de gas shale se agotan en pocos años y emiten grandes cantidades de metano que se fugan de la perforación, contribuyendo al sobrecalentamiento global. Se generan además riesgos de muerte o daños graves a la salud de los trabajadores que participan en la aplicación de la técnica.
Además, las personas mencionadas al principio no parecen entender otros graves problemas que implica el fracking –ampliamente documentados en varios miles de estudios– (Ver, por ejemplo, “Numeralia sobre los efectos dañinos comprobados que causa el fracking”, disponible en http://ecologica.jornada.com.mx/2018/01/26/numeralia-sobre-los-efectos-d...); entre ellos: 1) Alto consumo de agua; 2) Contaminación de mantos acuíferos y sistemas hidrológicos enteros; 3) Depredación ambiental; 4) Daños a la salud y uso secreto de sustancias químicas letales, algunas de ellas cancerígenas (https://bit.ly/2SLAeig); 5) Amenazas para la agricultura y la calidad del suelo; 6) Provocación de sismos; y 7) Riesgos para los inversionistas (https://bit.ly/2SfXSDP). Además de un “Fracaso financiero de la Reserva Federal de EU con el espejismo del fracking” (https://bit.ly/2QlHUdZ; https://bit.ly/2TA9zd2).
Para concluir, el fracking es una tecnología del más puro sentido neoliberal. Sus promotores ignoran los problemas y se concentran en el supuesto desarrollo que traería a Coahuila y a México. Las declaraciones mencionadas son un despropósito, y tratan de confundir a la ciudadanía. Cualquier afirmación que diga que el fracking es inocuo, o que apenas tiene repercusiones, es totalmente deshonesta intelectualmente hablando, pues aplicarla solo se justifica en beneficio de los intereses económicos de un sector oligárquico muy concreto. No tiene nada que ver ni con el progreso ni con las necesidades energéticas de la sociedad en su conjunto, sino únicamente con priorizar el modelo económico que ya conocemos.
Propongo un debate público sobre el tema, con la participación de especialistas defensores y detractores del fracking.
Rodolfo Garza Gutiérrez
rodolfogarzag630@gmail.com
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