Ciudad de México. El presidente del Senado, Roberto Gil Zuarth, sostuvo ante funcionarios, expertos, académicos y legisladores que “la política prohibicionista de las drogas que conocemos desde la segunda mitad del siglo XX es un profundo fracaso y tiene que cambiar”.

Al clausurar las audiencias públicas para la regulación de la mariguana, Gil Zuarth sostuvo que con la actual política prohibicionista “no hemos reducido el consumo, especificamente de la mariguana, no ha incidido claramente en la reducción del consumo en el país y sí está provocando un mercado negro que es sinónimo de violencia, de inseguridad y de riesgo para los consumidores”.

El panista sostuvo “nos tenemos que hacer cargo de esta realidad: se está criminalizando a los consumidores, 73 por ciento de los detenidos se encuentra en la cárcel por posesión de droga. Hay muchas personas, jóvenes y mujeres en prisión pagando condenas de hasta ocho años por el único delitos de haber consumido una droga y a veces sólo mariguana”.

El presidente del Senado destacó que “la criminalización está generando una sobrecarga en el derecho penal del sistema penitenciario. El 41 por ciento de las personas que están detenidas en los centros federales son por delitos de una cantidad inferior a 500 pesos”. A nivel federal los delitos contra la salud son causa del encarcelamiento de las mujeres, “48 por ciento de las que están presas son por transportar mariguana; 98 por ciento de ellas no tenían antecedentes penales y no llevaban armas al momento de su detención”.

El 43 por ciento de mujeres indígenas, insistió Gil Zuarth, están encarceladas por delitos involucrados con las drogas y eso en español “se llama injusticia, es la injusticia que debemos comenzar a resolver. Quienes están en prisión no son quienes están matando a nuestros jóvenes ni son los que no tienen posibilidades de defensa”.

Subrayó que aún hay visibles diferencias en cuanto el uso lúdico y recreativo de la mariguana pero eso debe ser obstáculo para empezar a tomar decisiones que vayan cambiando desde el punto de vista de política pública y también cultural el modelo regulatorio. “Podemos dar pasos donde ya tenemos ciertas certezas y donde existen consensos políticos sólidos, por ejemplo el uso medicinal y terapéutico; elevar el umbral de cinco gramos que representa la dosis básica y que hoy implica riesgo, y el acceso al mercado ilícito de la drogas. Hay distintos parámetros y umbrales en los cuales hay consenso, estudiemos cuáles son para generar la dinámica que se requiere”.

Gil Zuarth aseveró que hay que pensar también en una alternativa para los campesinos que cultivan la mariguana, “polígono de producción bajo el control del Estado, en donde no sólo podrán aportar ese insumo a la industria farmacéutica sino también lo pueden destinar a exportación, si Estados Unidos y Canadá están liberando el mercado, por qué no esos campesinos pueden tener una opción productiva, con ello les quitaríamos la ley de la plata o el plomo, creo que es un consenso que está sobre la mesa y hay que seguir discutiendo sobre el uso lúdico de la mariguana”.