‘Profes’ normalistas millonarios

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‘Profes’ normalistas millonarios

En este país hay miles de funcionarios públicos cuyos sueldos rebasan con mucho el tope que ha establecido para sí mismo Andrés Manuel López Obrador como futuro presidente de la República, que se ha impuesto haciendo honor a la memoria de Juárez, al ceñirse a vivir en la honrosa medianía que proporciona una retribución austera y mesurada, como vivieron otros dos ejemplos de pundonor y honestidad valiente, Narciso Bassols y el gran saltillense Horacio Flores de la Peña.

Pero ¿quiénes son los que actualmente disponen del presupuesto público de manera voraz, improvisando fortunas abusando del presupuesto?

Pues la mayoría de los presidentes, los gobernadores y alcaldes, asimismo, los capitostes de los poderes Legislativo y Judicial, la élite de las paraestatales y de los órganos constitucionales autónomos, esos mal llamados “consejeros”, con sueldos que superan con mucho al de los presidentes de muchos países pobres del mundo.

¿Cómo es posible que edecanes del INE, del Congreso o ciertos choferes de la Suprema Corte ganen más que un ministro de Educación de Haití, el Congo o Liberia?

Nada que ver con Narciso Bassols, el austero servidor público ejemplar, que después de haber sido ministro de Educación, secretario de Gobernación y de Hacienda, embajador ante la Liga de las Naciones, murió sin tener casa propia ni automóvil y sin dejar pensión a su viuda. Mexicano admirable, siempre pagó de su salario la gasolina de los vehículos oficiales que utilizó, asimismo, dejó las arcas de Hacienda llenas cuando renunció al cargo, como solía hacer cuando políticas equivocadas “se estrellaban contra la fría razón serena del ministro intachable”.

Otro ministro ejemplar fue el saltillense Horacio Flores de la Peña quien, como secretario del Patrimonio, tuvo en sus manos la riqueza nacional: Pemex, CFE, Telmex, FFCC, AHMSA, Cananea, PIPSA, Fertimex, DINA, Lotenal, minas, ingenios y demás industria paraestatal. Fue director de Bacomext y, al igual que Bassols, fue embajador en Francia y la URSS. También lo fue en Chile, Italia y la República Checa. Fue director de la Facultad de Economía de la UNAM y del CIDE. Murió en su pequeño departamento sin dejar riqueza alguna y sin el reconocimiento de su tierra natal.

Esos eran hombres de izquierda, no como los farsantes que aquí protestaban levantando el brazo izquierdo para asumir los cargos y luego dedicarse a robar.

¿Cuánto ganan hoy los ministros de la Corte, los consejeros del INE, legisladores, gobernadores y algunas primeras damas ladrones de este país? Lo suficiente para asegurar a varias generaciones de su descendencia.

RIPIO

Anécdota increíble. Un nuevo rico profesor normalista separó una mansión para su amante de turno depositando varios millones de pesos. Resulta que a su cara concubina no le gustó el palacete y el profe resignado sólo pudo recuperar la mitad del millonario depósito sin chistar. Y así hay una camada de profes normalistas que pasaron de humildes burócratas a magnates millonarios de manera súbita, como ese barbaján del palacete, que siempre anda empistolado por fantoche, no por temor a sus pares los rateros. Toma nota, “Peje”.