Una familia de osos negros, integrada por una hembra adulta y tres crías, fue reintegrada a su hábitat luego de ser capturada en el jardín de una casa habitación en la zona metropolitana de Monterrey, Nuevo León.

El rescate de las especies se realizó en coordinación entre personal de la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) y la Dirección de Parques y Vida Silvestre del Estado (PyVS) del estado.

En atención a un reporte de ayuda, los especialistas acudieron a una vivienda ubicada en la colonia Lomas de Valle Alto, en Monterrey, en donde se localizó a la oso hembra adulta, de 70 kilos, y sus tres crías, dos hembras y un macho, de aproximadamente 18 kilos y un año de edad.

A partir del Protocolo Interinstitucional de Vida Silvestre, el personal de la Profepa, de Protección Civil Municipal y de PyVS realizó la captura de los osos negros, para su trasladado a una zona segura.

Se detalló que tras una valoración realizada por personal experto, se confirmó el buen estado físico y de salud de las especies, y se realizó su traslado al Parque Nacional Cumbres, que corresponde al hábitat la especie que está catalogada como en peligro de extinción.

La Profepa solicitó a la población de la zona no ofrecer alimento a los osos y resguardar la basura que generan los centros recreativos, en donde es común su avistamiento, para evitar que se acerquen a las áreas de convivencia humana.

El oso negro (Ursus americanus eremicus) se encuentra listado en la Norma Oficial Mexicana NOM-059-SEMARNAT-2010 bajo la categoría de Peligro de extinción (P).

La PROFEPA exhortó a la población a no ofrecer alimento a los osos, así como resguardar la basura que generan los centros recreativos en un lugar seguro, en donde es común el avistamiento de estos mamíferos, para evitar que los úrsidos se acerquen a las áreas de convivencia humana.