Privilegios

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Privilegios

Muchos privilegios he tenido como mexicano. En una ocasión, por ejemplo, tuve la suerte de ver cómo descendía la “serpiente emplumada” por las escalinatas de la pirámide de Chichén Itzá. Momentos antes de tal espectáculo que es posible ver a la llegada del equinoccio de primavera, el cielo nublado impedía que cualquier rayo de sol se posara sobre El Castillo. De pronto, una muchedumbre vestida de blanco comenzó a cantar con los ojos cerrados mientras se agarraban unos a otros de las manos. Cuando ya daban muestras de cansancio o desilusión, se abrió entre las nubes un pequeño hueco y, a través del mismo llegó ese haz luminoso que permitió el efecto esperado por miles ese día.

Otro privilegio que he tenido como mexicano fue el de haber escalado la pirámide de Calakmul y admirar desde su cima la belleza de aquella selva considerada reserva de la biósfera. Fue como ver un mar verde ante mis pies, igual de infinito, igual de bello, igual de imponente. Pero la necedad, la ignorancia y la ambición del presidente López Obrador está poniendo en riesgo ese paraíso para que pase, a través de la reserva ecológica, el tristemente célebre Tren Maya.

Fui privilegiado también por haber conocido, cuando apenas era un niño de siete años, la playa de Guayabitos. En aquel paraíso nayarita era común que nos levantáramos con los primeros rayos del sol. Caminábamos un poco por la arena y llegábamos hasta donde los pescadores intentaban sacar del mar sus pesadas redes. Nosotros les ayudábamos estirando las cuerdas al mismo tiempo que una voz ronca lo indicaba. Ahí mismo aquellos lancheros vendían la pesca del día, la misma que más tarde despedía aromas deliciosos en el búngalo donde mi madre preparaba la comida. Hace años fui de nuevo al Rincón de Guayabitos y poco queda ya de aquel paraíso de mi infancia.

Entre muchos otros privilegios que he tenido durante mi vida está el de haber conocido el Palacio legislativo de San Lázaro. Bello edificio es este. Cuando entré a la sala de sesiones, se me enchinó la piel al ver la gran bandera de México que enmarca al imponente Escudo Nacional sobre el cual se puede leer en letras doradas: “La Patria es primero”, frase que por desgracia han olvidado muchos legisladores últimamente.

Fui al palacio legislativo invitado por Jericó Abramo Masso, quien en aquel 2008 se desempeñaba como diputado federal. Recuerdo que en el exterior, sobre la Avenida Congreso de la Unión, decenas de manifestantes prohibían la entrada al estacionamiento del recinto. Entonces tuvimos que ir caminando abriéndonos paso entre la muchedumbre. Yo vestía traje y quizás eso le sugirió a más de alguno que en realidad era un legislador. Fue entonces cuando un sujeto, encendido por las pancartas y gritos de sus colegas, me dijo a todo pulmón: “Ch... a tu madre, pi... diputado”. No lo pronunció con puntos suspensivos como ahora lo estoy citando, sino con todas sus letras. No le faltó ninguna al desgraciado.

Aquí entre nos, Jericó fue un gran legislador, pues logró con sus intervenciones en tribuna y, sobre todo, con su insistencia en las distintas comisiones de la Cámara, grandes beneficios para los coahuilenses.

Estoy seguro que volverá a hacer que su trabajo sea notable pues cuenta con experiencia y talento político.

Jaime Bueno es otro diputado federal electo que estoy seguro hará un gran papel. Cuenta con experiencia en áreas de desarrollo social, en educación, en el desarrollo de la familia y ha luchado por la defensa de los derechos infantiles. Lo conozco desde que éramos niños y por lo mismo puedo asegurarles que Jaime posee virtudes que la mayoría de los ciudadanos quisieran ver en los políticos: es honesto, es inteligente, es un trabajador incansable, y, sobre todo, siempre se ha preocupado por ayudar no sólo a los más necesitados, sino también quien así se lo pide.

Como coahuilense estoy tranquilo teniendo a representantes como Jaime y Jericó. Espero que ellos, al igual que sus compañeros de Cámara, sean conscientes del gran privilegio que los espera: el privilegio de velar por el futuro de Coahuila y de México.

aquientrenosvanguardia@gmail.com