Primeros en América

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Primeros en América

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Las pistas que dejaron los primeros pobladores de América todavía no son suficientes para aclarar quiénes fueron, de dónde vinieron y cuándo llegaron

Huesos de un mastodonte, hallados durante la expansión de una carretera en San Diego, California, han puesto en duda la historia más aceptada sobre la llegada del hombre a América.

Según este nuevo y controvertido estudio óseo, publicado la semana pasada en la revista Nature, los primeros humanos llegaron al Continente Americano hace 130 mil años y no hace 24 mil como se creía hasta ahora.

Pese a que se trata de la primera vez que una de las publicaciones científicas más prestigiosas del mundo publica un estudio que adelanta la llegada del hombre a América en más de 100 mil años, varios expertos han objetado las conclusiones de la investigación.

Los restos del mastodonte (Mammut americanum) de San Diego, fueron encontrados en 1992, pero hasta ahora se dieron a conocer las conclusiones de los científicos que estudiaron el hallazgo, una de las cuales señala la presencia de posibles herramientas de piedra, aparentemente utilizadas para romper los huesos del animal (el mastodonte era un pariente extinto de los mamuts y los elefantes).

La datación del hallazgo
La ausencia de colágeno en los huesos del animal encontrado en San Diego, impidió a los científicos fechar la antigüedad de los restos usando el método del radiocarbono, por eso utilizaron una nueva técnica de fechado basada en el uranio y el torio, que dio como resultado una antigüedad de 130 mil años.

“Rocas halladas al lado del mastodonte muestran huellas características de haber sido utilizadas como herramientas para romper los huesos del animal”, señala Thomas Deméré, el experto que dirigió la investigación.

Si las conclusiones son correctas, eso quiere decir que los humanos llegaron a América, mucho antes de lo que se creía, cruzando el puente de hielo que se formaba en el Estrecho de Bering, en lo que ahora es Alaska.

Ese puente se formaba durante los períodos fríos, cuando las aguas oceánicas se congelaban. Y desaparecía cuando el clima se volvía a calentar, provocando un aumento en el nivel del mar.

Las dudas
Pero varios expertos no están convencidos de los resultados del estudio.

Michael R. Waters, de la Universidad Texas A&M, lo describió como ‘provocativo’.

“Para demostrar una presencia tan temprana en las Américas, se requiere evidencia ine-quívoca de artefactos de piedra. Y no hay herramientas de piedra inequívocas asociadas con los huesos recién estudiados... Por lo tanto, ese sitio es tan solo un yacimiento arqueológico interesante, no necesariamente asociado con la presencia humana.

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Otra autoridad en el campo de la arqueología, el profesor David Meltzer de la Universidad Metodista del Sur, en Texas, dijo que el estudio no es creíble: “La Naturaleza es traviesa y puede romper huesos y modificar las rocas de mil maneras”.

Según Meltzer, la evidencia es ambigua y “no es suficiente para demostrar que (los huesos) pudieron haber sido rotos por seres humanos, uno debe demostrar que no pudieron haber sido rotos por la propia Naturaleza. La información necesaria para entender qué ocurrió con esos huesos y piedras sencillamente no está disponible”, señaló Meltzer.

“Si la información llegara a verificarse cambiaría todo lo que sabemos sobre los primeros humanos en América”, afirma Chris Stringer, del Museo de Historia Natural de Londres.

De ser cierto, añade, “los resultados indicarían que los humanos arcaicos como el Hombre de Neandertal, fueron los primeros colonizadores de las Américas y no los humanos modernos, como se cree en la actualidad”.

Lo que sabemos
Hasta ahora, las pruebas más recientes apuntan a que los primeros colononizadores del Continente Americano llegaron hace 24,500 años. A continuación lo que sabemos al respecto.

Los pobladores de América probablemente llegaron a pie desde Siberia y pasaron  a través del Estrecho de Bering, un puente, a veces de tierra y a veces de hielo, que se extendía desde Alaska hasta Eurasia.

Ahora esa zona permanece sumergida bajo el agua.

Paradójicamente, la presencia de hielo y glaciares en América del Norte, hizo que la travesía fuese más fácil de lo que habría sido hoy en día.

Durante la Última Edad de Hielo se formó un puente en el Estrecho de Bering.

La abundancia de hielo significaba que los niveles del mar eran mucho más bajos.

Por eso hubo un tiempo en que emergió un tramo de tierra entre Siberia y Alaska (Beringia) por el que los humanos y animales pudieron caminar y pasar muy fácilmente a este lado del mundo.

Vínculos remotos
Cuando los humanos cruzaron el estrecho de Bering, no tuvieron más remedio que establecerse en la región, ya que vastas capas de hielo les cortaban el camino hacia el interior de América del Norte.

Ahora se sabe que esos primeros grupos hicieron de Beringia su hogar y que permanecieron allí durante varios miles de años.

Los  estudios apoyan la teoría de que esos seres humanos se quedaron en Beringia cerca de 10 mil años. Y que terminaron siendo genéticamente distintos  a los pobladores de Siberia.

Cuando finalmente el hielo comenzó a retirarse, esos grupos viajaron a diferentes partes del continente.

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Ha habido un largo debate sobre si aquellos primeros colonos migraron desde diferentes áreas o sólo desde una. Y se ha sugerido que sólo hubo una migración desde Beringia hacia el ‘Nuevo Mundo’.

Otros estudios revelan que hubo más de una población que fundó las Américas, O sea que no hubo una única población fundadora homogénea”.

Y hay otro dilema
 El hielo todavía cubría Norteamérica, complicando la travesía hacia el sur. Entonces, ¿cómo fue que la gente llegó tan temprano a lo que ahora es el sur de Chile?

Una teoría dice que más allá del Estrecho de Bering se abrió una ruta sin hielo que permitió el desplazamiento de los primeros humanos hacia el interior del Continente, y los hallazgos apuntan a que eso ocurrió hace 12,600 años.

 Y se plantea una alternativa. Esa gente pudo haber viajado por mar, tomando una ruta que seguía la costa del Pacífico.

Eso descartaría las conclusiones sobre las herramientas de piedra encontradas junto al  mastodonte de la carretera de San Diego, que todavía están por verificarse, y que de ser ciertas cambiarían “todo lo que sabíamos sobre la presencia humana temprana en las Américas”, afirma Chris Stringer, del Museo de Historia Natural de Londres.

Para complicar las cosas, la evidencia de asentamientos humanos arcaicos en el sur de Chile, demuestra que la vía marítima pudo haver sido una opción utilizada por los humanos modernos. 

La llegada se complica
Es difícil saber en qué momento exacto sucedió, pero los investigadores han concluido que los ancestros de los primeros americanos cruzaron por primera vez el Estrecho de Bering hace 24 mil años.

No obstante, ahora tenemos evidencias arqueológicas que sugieren que la gente que salió de Siberia —y después de Beringia— lo hizo incluso antes.

En enero de 2017, el arqueólogo Laurianne Bourgeon y su equipo de trabajo, encontró pruebas que demuestran que hubo seres humanos viviendo al norte del territorio del Yukón, al oeste de Canadá hace 24,500 años.

Y también se ha encontrado evidencia de que hubo un asentamiento humano en el sur de Chile, en el lugar llamado Monte Verde hace 18,500 a 14,500 años. De hecho, se ha comprabado que en ese lugar hacían hogueras, comían mariscos y usaban herramientas de piedra, pero como no se han encontrado restos humanos, este hallazgo sigue siendo un misterio..