Un video que circula en redes y que ha sorprendido gratamente a todos, es una escena en la que el primer ministro de Países Bajos, Mark Rutte, limpia el café que acaba de derramar en el piso, luego de entrar a las instalaciones del parlamento holandés.

En la grabación se observa cómo el primer ministro pide un trapeador a los empleados de limpieza del lugar y se dispone a limpiar él mismo, a pesar de que una de las trabajadoras se ofrece a realizar la labor, y a lo único que accede el político es a que le digan cómo "usar" el trapeador, que de manera divertida maniobraba, pero luego de limpiar el piso con el instrumento de limpieza, lo poco que había quedado lo limpia con un pañuelo, ante los aplausos de trabajadores del recinto.

El video lo compartió Dirk Janssen, embajador de los Países Bajos en Panamá, y califica la acción como “una escena inequívocamente holandesa”.

En redes sociales el gesto humilde del político holandés fue bien recibido, y lo comparan con el actuar de políticos de otras naciones, que seguramente en un caso similar hubieran actuado de una manera completamente diferente.