Primavera, emoción y lluvia...

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Primavera, emoción y lluvia...

Foto: Especial
El cambio temporal puede tener alguna pequeña inscripción en el estado emocional de las personas pero es pequeña porque cada uno lo afronta de una manera diferente

Sergio García, miembro del Colegio Oficial de Psicólogos, explica en “El Bisturí” de EFEsalud que si una persona ya está previamente un poco deprimida, la primavera hace que los síntomas debuten en ellos o, por el contrario, se sientan mucho más alegres.

El cambio temporal puede tener alguna pequeña inscripción en el estado emocional de las personas pero es pequeña porque cada uno lo afronta de una manera diferente.

El psicólogo pone el ejemplo de que para muchos la lluvia es algo traumático pero hay a quienes les encanta pisotear los charcos.

¿No es realmente interesante como las personas se desenvuelven de distinta manera aunque el tiempo sea el mismo?

Desde su experiencia detalla que en las consultas de psicología durante esta estación del año se tratan más casos de depresión y de desequilibrio emocional.

La larva invernal
García señala que como viene el buen tiempo uno puede llegar a preguntarse repentinamente cómo se encuentra.

Su soledad o malestar emocional puede deberse a que el aletargamiento que ha podido seguir durante el invierno le influya y que ahora tampoco quiera salir de casa, y renunciar a cualquier tipo de actividad, a pesar de que los días ya ayuden.

Según el psicólogo, en España, las tardes de primavera y de verano se pasan en las calles, se sale a tomar algo a las terrazas y en definitiva hay más comunicación.
¿Por qué hay personas que no hacen estas actividades? Es probable que se hayan acostumbrado a no seguirlas en invierno y ahora echen en falta ese tipo de relaciones.
No salir de casa, como fenómeno de normalidad

Hay además quienes consideran que no salir en otoño y en invierno es algo “normal”. Sin embargo, cuando llega el buen tiempo hay cada vez más encuentros sociales y quien diga que no quiere salir… “ya no tiene excusa”.

El psicólogo explica que cuando ocurre esto hay que replantearse una serie de preguntas: ¿Por qué no lo quiero hacer? ¿por qué siempre estoy en casa cuando el resto de mis amistades están fuera de ella?

La llegada a la consulta
Según el experto, cada vez hay menos censura a la hora de asistir al psicólogo y de admitir que el motivo de consulta puede ser la propia primavera.

Cuando llega este momento los psicólogos averiguan motivos por los que a esa persona no le gusta la primavera preguntándoles por sus síntomas.

Al final, en muchas ocasiones, acaban descubriendo que los problemas pueden haber tenido su origen mucho tiempo atrás.