La maquinaria del partido tricolor mostró su músculo en esta elección. Al menos en las casillas más grandes. Tal fue el caso de las secciones 852 y 907, la primera ubicada en la Escuela José Vasconcelos, colonia Balcones, al poniente de Saltillo; y la segunda en la primaria Adolfo López Mateos, cita en la colonia La Morita, al oriente de la ciudad.

En ambos lugares, que mostraron una nutrida afluencia de votantes, se observó a grupos de lideresas agolpados en la entrada o casi a la puerta misma de las casillas preguntando a los asistentes si ya habían emitido su voto. En la Escuela López Mateos se vio a algunas mujeres que tomaban fotos de los participantes con el dedo marcado y en la otra mano la credencial de elector.

En las instalaciones del mismo plantel se captó además a otra lideresa, vestida de civil y sin identificación alguna.

Esta portaba una lista con nombres y apellidos de los votantes y daba orientación a las personas sobre la sección en la que les tocaba votar.

Así como la intromisión de grupos de mujeres promoviendo el voto, sin portar algún documento que las acreditara como funcionarias del INE.

En el caso de la Escuela Vasconcelos, situada en la colonia Balcones, uno de los principales bastiones del PRI, la comitiva de las llamadas gestoras sociales montaban guardia en la acera de enfrente de la primaria, vigilando que sus adeptos fueran a emitir sufragio y supervisando la llegada de taxis con gente, lo que se conoce tradicionalmente como operación carrusel.

Esto a pesar de la presencia de patrullas de la policía municipal que eventualmente hacía rondines por la zona. Por lo que se refiere a otros puntos en los que históricamente se han registrado irregularidades como el acarreo y la instalación de casas amigas, se notó un ambiente tranquilo y sin incidentes.

Uno de estos lugares es la casilla 917 montada en la Escuela Gabriela Mistral de la colonia Fresnos, al poniente, una de las zonas de mayor marginalidad, tal como refiere el Coneval.

Sin embargo, pasada la hora de la comida varios testigos vieron como un grupo de cinco gestoras sociales se apiñó a las afueras de la casilla en un puesto de venta de tamales, dijeron, “para echar un ojo a la elección”.

Por el rumbo de la colonia las Margaritas y Ampliación Margaritas, algunos vecinos denunciaron a grupos de lideresas que iban de casa en casa moviendo a las familias para que acudieran a votar.

En Teresitas al sur, ocurrió lo mismo. Integrantes de los mismos partidos políticos, así como vecinos de la de la colonia Rincón de Guadalupe. que no quisieron revelar su identidad, comentaron diversas irregularidades, pero no dieron prueba de ello.

Lo que sí se constató mediante un video en Facebook fue una agresión hacia una brigada de Morena, en la colonia Asturias, ocurrida durante los días de campaña.

En el post, la usuaria Diana Hernández dijo que el 25 de mayo se presentó la denuncia correspondiente por violencia electoral ante la Fiscalía Especializada para la Atención de Delitos Electorales.

De acuerdo con lo que se observa en el video, un grupo de personas identificadas como priistas (al tener camisetas de José María Fraustro Siller) agredieron verbalmente a los simpatizantes de Armando Guadiana, e intentaron impedirles su labor proselitista.

Colonos de la Nueva Tlaxcala, comentaron de forma generalizada que prácticas como esas también se vivieron en dicho sector, incluso condicionando apoyos sociales.

“Te lo puedo decir de una vez: ésta fue una elección de estado, vivimos una campaña muy desequilibrada, nos enfrentamos a una maquinaria brutal”, dijo Néstor Hurtado, candidato a regidor por Morena.

En otro video grabado en un tienda comercial ubicada al norte de Saltillo se puede ver a un grupo de mujeres metiendo víveres en bolsas del PRI. Sin embargo, al ser confrontadas por un posible “crimen electoral”, las cuatro personas se defienden diciendo que simplemente “se las regalaron”.