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Prevención ante virus emergentes y reemergentes
Los mosquitos transmisores de los virus del chikungunya, dengue, Zika, fiebre amarilla, entre otros, vuelan 200 metros a la redonda de su lugar de origen, y es nuestra actividad como seres humanos una de las causas de la dispersión de las enfermedades que portan, declaró el doctor Pablo Kuri Morales, subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud de la Secretaría de Salud (SSA).
“Hay que trabajar mucho más a nivel local con las personas, en los entornos. Necesitamos que la población participe porque si no, no habrá forma de lidiar con estas enfermedades”, comentó el experto en emergencias y pandemias.
Desde la SSA se implementan acciones a través de la campaña “Que no te pique el mosco”, que van desde vigilancia en mujeres embarazadas, fumigación para eliminar a los mosquitos, educación a la población para eliminar criaderos de mosquitos, fortalecimiento de la participación comunitaria, campañas en los medios de comunicación para informar a la población sobre medidas para evitar que se reproduzca el mosquito en zonas habitadas como lavar cubetas, ollas, tinacos, cisternas y cualquier otro objeto donde se almacene agua, así como taparlos o voltearlos para evitar que ahí desoven los mosquitos, y tirar recipientes que ya no se utilicen.
A nivel nacional, agregó Kuri Morales, las unidades de salud a través del Sistema Nacional de Vigilancia Epidemiológica mantienen al día a la dependencia federal sobre posibles casos, aunado a que se tiene contacto con centros e institutos de investigación, hospitales públicos y privados para hacer frente a estas enfermedades que en determinadas circunstancias se convierten en temas de interés global.
Zoonosis
Las zoonosis ocurren cuando los virus, que tenían como reservorio a cierto grupo de animales, pasan del animal al humano cuando hay un contacto muy estrecho entre estos organismos. Hay factores que favorecen este acercamiento, como el irrefrenable crecimiento de la población humana y la consecuente invasión a nuevos nichos ecológicos.
“Las zoonosis o enfermedades infecciosas del ser humano que se originaron en animales son muy comunes. Hay estimaciones que indican que hasta el 70% de las enfermedades infecciosas que padecemos son zoonosis. Esto tiene que ver con la forma como los seres humanos interactuamos entre nosotros, con otras especies y con el medio ambiente”, indicó el funcionario.
Hay virus u otros agentes infecciosos que no han “saltado” a los humanos. En las selvas un agente infeccioso puede estar entre otras especies animales y nunca ser descubierto, pero este ciclo se puede romper cuando llega el ser humano.
Cada vez que se pueblan lugares silvestres en los que antes no había seres humanos está presente esa posibilidad de contagio. También esto puede ocurrir cuando los animales se salen de su hábitat natural, añadió el epidemiólogo, lo que puede ocurrir por diversas razones y aumentar las posibilidades de contagio entre especies.
“Los factores que contribuyen a la aparición de nuevas enfermedades van desde la globalización hasta cambios biológicos de los microorganismos. Respecto a la globalización hoy en día hay más de cien mil vuelos comerciales diarios a nivel mundial. Es poco probable que un mosquito se meta a un avión pero es muy probable que un ser humano esté infectado y no lo sepa, que tenga una infección en periodo de incubación o no presente síntomas y viaje de un lugar a otro infectando a otras personas”.
Los objetos que se importan de otros países también pueden traer consigo los huevos de especies como el mosquito Aedes aegypti —en este caso el transmisor es la hembra porque es la que necesita la proteína de la sangre de humanos para madurar sus huevos— que necesariamente requieren de ambientes húmedos.
Para las enfermedades en general hace falta un abordaje antropológico, sociológico y psicológico, destacó el subsecretario de la SSA, para entender mejor lo que ocurre alrededor de enfermedades tan serias como la obesidad y la diabetes, incluso.
A esto se puede sumar la automedicación o el mal uso de antibióticos o antivirales que puede llevar al desarrollo de resistencia antimicrobiana. “Este es uno de los grandes retos que estamos enfrentando porque tiene graves consecuencias: nos puede dejar sin el armamentario antimicrobiano para resolver una emergencia”.
Las enfermedades emergentes están relacionadas con nuevos agentes, también a enfermedades con factores causales ya conocidos que adquirieron carácter epidémico, se convierten en amenaza y ocurren en regiones en las que antes no existían; las enfermedades reemergentes son las que ya se conocían, estaban controladas o tratadas eficazmente y cuya frecuencia o mortalidad comienza ir en aumento.
El funcionario proporcionó datos de algunas enfermedades, por ejemplo, la influenza AH5N1, de 2003 a la fecha se han reportado 846 casos y 449 defunciones en 16 países, principalmente en Asia y Medio Oriente, lo que representa una letalidad del 53%; el Síndrome Agudo Respiratorio Severo fue conocido en 2003 en Asia, su letalidad fue del 9.5% de un total de 8 094 casos registrados, sin embargo, debido al interés mediático y pánico que ocasionó en la población mundial, pegó negativamente en el Producto Interno Bruto de China, o el virus del ébola que se originó en África y se mantuvo prácticamente desconocido hasta que se registró el primer caso en España y Estados Unidos. Al 14 de febrero de 2016 se habían presentado 26 603 casos, una cifra muy menor a las estimaciones de la Organización Mundial de la Salud que había calculado por lo menos medio millón de personas contagiadas.