Esta semana se aprobó en la Cámara de Diputados en lo general la reforma del Código de Procedimientos Penales que cambia a delitos graves (lo cual ahora pueden ser detenidos en lo que se revisa su caso, es decir tiene prisión preventiva de oficio) el feminicidio, uso de armas, agresiones a personal médico, el huachicoleo y el uso de programas sociales con fines electorales.  Hoy me quiero centrar solamente en este último que tiene que ver con el uso de recursos públicos para la compra de voto. Pongamos un ejemplo para saber de qué se trata. 

El domingo son elecciones en Coahuila. Supongamos que en Saltillo el partido que ganó la Alcaldía  sabe que en Mirasierra su oposición tiene mayor influencia y es probable que gane esa casilla. También sabe que doña Mary tiene muchos años militando en el otro partido, entonces, deciden que la lotería que organiza en su casa todas las semanas con sus vecinas ha sido el lugar y el espacio donde entregan tarjetas para despensas (cuando eso solo lo hace el Gobierno del Estado y doña Mary ni si quiera está registrada) como condición al voto. Así que doña Elena, que es líder del partido de la Alcaldía, denuncia a doña Mary por estar dando las despensas y presionando el voto.  Acto seguido, llega la policía por doña Mary, sin preguntar ni más; al haber sido acusada de uso de programas sociales con fines electorales y se queda en prisión hasta que inicie su proceso. Llegará un abogado de oficio (parte del partido en turno, también) y defenderá en medida de sus posibilidades a doña Mary, y de acuerdo a la sentencia del juez (que tiene relaciones con el partido en gobierno) decidirán si será encarcelada o no.  ¿Cuándo pudo demostrar doña Mary que era inocente, que ella todos los lunes desde hace más de una década se junta con sus vecinas a jugar lotería?  ¿Por qué doña Mary no puede opinar diferente sobre el gobierno en turno?  ¿No se supone que todos (según la Constitución y diferentes tratados internacionales) somos inocentes hasta que se demuestre lo contrario? 

Ahora, imaginemos eso en la elección del 2021, donde Morena tiene todo el poder de la Guardia Nacional en estados que podrían ganar otros partidos como Nuevo León, Coahuila, Querétaro, entre otros. ¿Qué crees que podría pasar? ¿Qué tan fácil o difícil podría ser que cualquier partido de oposición ganará una elección? ¿Cómo se sentirían todas esas personas que no están de acuerdo con algún político o candidato que tiene que ver con Morena?

Todas y todos estamos cansados de la corrupción y de la impunidad. Pero, ¿es esta la manera de acabar con ella? 

Lo que está pasando (o dejando pasar, como prefieran verlo) en la Cámara de Diputados y Senadores estas semanas no es menor, y será sumamente revelador para lo que pase en las elecciones del 2021, y por más cursi que se escuche, en nuestra democracia los próximos años. 

Defender nuestra democracia es tarea de todas y todos. Estamos en un momento coyuntural en la historia. 

Este domingo hay elecciones en Coahuila y Michoacán como antesala a la elección del 2021 con COVID-19 y estas reformas electorales. 

Salgamos a las urnas, salgamos a ejercer nuestro derecho (y obligación cívica) al voto.  Hoy más que nunca es importante defender nuestra democracia, nuestras instituciones, nuestra voz frente a los representantes, hacer nuestra chamba de Ciudadanos de Tiempo Completo. 

Este domingo tenemos una cita en las urnas. Te esperamos. Sal a votar. 

CECILIA GARCÍA
FUNDAMENTOS DE UNA IDEALISTA