Cerca de las 14:00 horas decenas de personas empezaron a congregarse en el Mirador de la Plaza México, ubicado a unos metros del templo del Santísimo Cristo del Ojo de Agua. Algunas, con sombrilla en mano, apartaron su lugar para distinguir a poca distancia la crucifixión de Jesucristo. 

—¡”Camina, avanza rápido, que no tenemos todo el día”! —decían los judíos a Jesucristo, quien cargaba una cruz de madera de 100 kilos de peso mientras, por su frente le chorreaba sangre por la corona de espinas que llevaba. 

Jesucristo, representado por Miguel, de 17 años, caminaba lentamente mientras era azotado con los látigos que le marcaban uno a uno la espalda. Esta es la primera vez que este joven representa a Jesús, fue elegido de entre 8 candidatos por su interpretación actoral y su preparación espiritual. 

Conforme avanzaba cada una de las 12 estaciones, cientos de personas se unían a la procesión en la que veían, con solemnidad, el maltrato y humillación hacia Jesús. 

“Dios mío, ¡cuánto sufriste por nosotros!”, —exclama una anciana entre susurros. La procesión continuó por varias calles de la colonia Bellavista que fueron cerradas parcialmente por 20 patrulleros y policías municipales que estaban a cargo de la seguridad de los feligreses. 

En esta ocasión el padre Ignacio Flores, párroco del templo del Santísimo Cristo del Ojo de Agua, organizó por primera vez el Vía Crucis de la Misericordia propuesto por el Papa Francisco en el que se abordan reflexiones relacionadas a los desplazados, los refugiados, así como de los niños abusados sexualmente.  

“Nos invita a los creyentes a que todos los gestos de amor que hicieron con Jesús a hacerlos desde la misericordia”, dice el padre Ignacio Flores. 

Este Vía Crucis que se ha organizado durante 38 años requirió la participación de al menos 150 personas, entre actores, personal de staff, utilería, sonido, entre otras áreas. 

“Vi mucha fe, mucha gente muy conmovida y en especial en el jovencito que tiene 17 años, y lo hizo muy bien, yo veía a su familia muy conmovida porque aunque es una representación, no deja de ser para todos ellos un momento muy fuerte de fe en el que se prepararon espiritualmente”, dijo el sacerdote. 

En el Mirador de la Plaza México, a las 16:00 horas ya miles de personas ven desde lejos cómo sube Jesús poco a poco con la cruz en la que será crucificado. Algunas alcanzan a tomar fotografías de cómo dice sus últimas palabras, y de la manera en que es humillado frente al pueblo, durante sus últimos minutos. 

Al final, expira y un silencio entre las personas predomina por la impresión de ver a Jesús junto a dos ladrones condenados a  muerte.

El Vía Crucis viviente también se presentó en el Cerro de las Galeras de la colonia Guayulera, además de la colonia Satélite Norte, y en la Casa del Migrante, entre otros, que congregaron a miles de saltillenses.

Entérese
> Miguel Rodríguez representó a Cristo.

> Tiene apenas 17 años.

> Participaron al menos 150 personas en la representación.

> Es la versión número 38 del Vía Crusis del Ojo de Agua.

> 20 patrulleros vigilaron el evento.

> El evento fue presenciado por más de 6 mil personas.