Preocupa a SIP ataques de primer ministro de Trinidad y Tobago contra medios

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Preocupa a SIP ataques de primer ministro de Trinidad y Tobago contra medios

El primer ministro de Trinidad y Tobago, Keith Rowley, acusó el 27 de mayo en un acto público a las dos empresas periodísticas más grandes del país de no ser independientes. Foto: Tomada de Internet
"Políticos que proclaman su fe en la democracia son a menudo intolerantes ante las críticas públicas"

La Sociedad Interamericana de Prensa (SIP) expresó preocupación por las expresiones del primer ministro de Trinidad y Tobago que desprestigian y cuestionan la integridad periodística de dos medios locales, en aparente retaliación por su contenido crítico.

El primer ministro de Trinidad y Tobago, Keith Rowley, acusó el 27 de mayo en un acto público a las dos empresas periodísticas más grandes del país de no ser independientes, responder solo a los intereses de sus propietarios y de acosar a las personas con mentiras, en referencia a Guardian Media Limited y One Caribbean Media que publican los diarios Trinidad and Tobago Guardian y Trinidad Express, respectivamente.

Christopher Barnes, presidente de la SIP, lamentó los comentarios del primer ministro que dijo "parecieran tener la intención de socavar a los medios en un foro público". Recordó que, de acuerdo a la Relatoría Especial para la Libertad de Expresión de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, el descrédito y la estigmatización contra medios y periodistas generan "un clima que impide una deliberación razonable y plural sobre todos los asuntos públicos".

Roberto Rock, presidente de la Comisión de Libertad de Prensa e Información de la SIP, añadió que "la actitud hostil del primer ministro aparenta ser una represalia por publicaciones críticas sobre su gobierno y por hacer cuestionamientos incómodos sobre asuntos de interés público".

Barnes, director de The Gleaner Company (Media) Limited, Kingston, Jamaica y Rock, director de La Silla Rota, Ciudad de México, México, lamentaron el contrasentido que, tal como expresa el preámbulo de la Declaración de Chapultepec, muchos "políticos que proclaman su fe en la democracia son a menudo intolerantes ante las críticas públicas".