El buen arranque de Bernie Sanders en la contienda por la nominación presidencial demócrata está generando preocupación entre algunos legisladores del partido, los cuales advierten que una fórmula encabezada por el aspirante que se dice socialista podría ser desastrosa para las aspiraciones de esa fuerza política a conseguir la mayoría en el Senado y retener el control de la Cámara de Representantes.

En conversaciones en los alrededores del Capitolio, los nerviosos demócratas han expresado su preocupación de que la etiqueta del senador Sanders de ser socialista y su respaldo inflexible a controvertidas propuestas como “Medicare para Todos” y el Nuevo Trato Verde ahuyentarán a electores en los distritos ricos y moderados que les ayudaron a conseguir el control de la cámara baja en 2018, al igual que en los estados electoralmente muy reñidos donde los senadores republicanos son vulnerables.

El legislador independiente de Vermont ganó el martes por estrecho margen en Nueva Hampshire después de su firme desempeño en Iowa y es considerado amplio favorito junto con Pete Buttigieg, exalcalde de South Bend, Indiana.

“Soy un orgulloso capitalista”, dijo el representante demócrata Ben McAddams de Utah, en su primer período en el Congreso, en marcado contraste con Sanders. McAdams, que apoya al exalcalde neoyorquino Michael Bloomberg y cuyo distrito en Salt Lake City figura entre los más difíciles de conservar para los demócratas, dijo que tener a un liberal como Sanders al frente de la fórmula presidencial “quizá me brinde más oportunidades para mostrar mi independencia” del partido.

Otro legislador demócrata de primera vez proveniente de un distrito muy disputado, el representante Tom Malinowski, de Nueva Jersey, dijo que los demócratas necesitan un candidato presidencial que “no espante a todos esos futuros exrepublicanos más de lo que (el presidente Donald) Trump ya los espanta”. Y aunque reconoce que los republicanos planean etiquetar de “socialistas” a todos los demócratas, “hay un candidato para el que eso no sería mentira”.

La representante demócrata Dina Titus, de Nevada, que apoya la candidatura del exvicepresidente Joe Biden, advirtió esta semana a un grupo de electores demócratas que con Sanders al frente de la fórmula presidencial “ustedes no recuperarán el Senado. No hay manera, porque todos serán catalogados igual. Posiblemente perdamos bancas en la Cámara de Representantes”.

En conversaciones privadas, un representante demócrata dijo que sus colegas de distritos donde los electores pudieran cambiar de opinión y elegir a un gobernante del partido opositor temen que Sanders obtenga la candidatura presidencial, y otro señaló que los moderados están cada vez más preocupados de que esa postulación les destroce sus posibilidades de ganar la Casa Blanca y retener la cámara baja. Los legisladores solicitaron el anonimato para hacer declaraciones sobre esas conversaciones.

El nerviosismo de los demócratas tiene a los republicanos frotándose las manos de gusto.

“Es el sueño de cada republicano hecho realidad”, dijo el representante Tom Cole, de Oklahoma, exdirector de la comisión de la campaña republicana a la Cámara de Representantes, en referencia a la posibilidad de que Sanders gane la candidatura presidencial demócrata.

Los republicanos enfrentan una difícil contienda electoral para conseguir el control de la Cámara de Representantes, en la que los demócratas tienen mayoría de 232-197, con un independiente y cinco vacantes. El Partido Republicano controla el Senado por 53-47 y es favorito para retener la mayoría.

Los simpatizantes de Biden están felices de aprovechar el temor al impacto que tendría un triunfo de Sanders sobre la fuerza del partido en el Congreso como herramienta para conseguir apoyo.

El representante demócrata Ami Bera, de California, que apoya a Biden, dijo que si Sanders obtiene la candidatura, los demócratas de los distritos moderados “podrían tener que distanciarse de nuestro abanderado presidencial para poder ser elegidos”.