Preocupa a INAH graffiti en monumentos históricos de Saltillo

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Preocupa a INAH graffiti en monumentos históricos de Saltillo

Graffiti. La semana pasada se pintó una pared de la Catedral de Saltillo. Archivo
La semana pasada se pintó una pared de la Catedral de Saltillo
Los casos se han denunciado, pero el chiste es que no sigan pasando, aunque tampoco es tan grave la incidencia comparada con otros estados”.
Francisco Aguilar, delegado del INAH.

Con las pintas de graffiti que aparecieron el pasado fin de semana en la Catedral de Saltillo, en años recientes van 5 casos de vandalismo en monumentos históricos de Coahuila, señaló el delegado del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), Francisco Aguilar, quien dijo que se considerará la posibilidad de pedir que se regule la venta de pintura en las ferreterías. 

Aguilar señaló que en la Catedral de Saltillo se han registrado tres casos, otro en la Misión de San Bernardo en el municipio de Guerrero, así como otro ocurrido en un monumento histórico de Parras. 

“En Saltillo y Parras es donde más se da esta situación. En la Catedral de Saltillo hemos tenido por la calle Juárez, Bravo y el callejón Santos Rojo y lo que siempre tratamos de decir a la gente es que tenga conciencia de que son monumentos históricos a los que se les invierte dinero para restaurar como para que ocurra esto”, dijo Aguilar. 

Aseguró que en todos los casos de vandalismo a monumentos históricos se han presentado denuncias ante el Ministerio Público, y el INAH ha colaborado con las autoridades para hacer dictámenes sobre la magnitud del daño causado, sin embargo, se desconoce si han sido consignados los responsables. 

“Es un delito federal que se castiga de 1 a 10 años de prisión sin derecho a fianza. Los casos se han denunciado, principalmente los de la Catedral de Saltillo, pero el chiste es que no sigan pasando, aunque tampoco es tan grave la incidencia comparada con otros estados”, dijo. 

Aguilar aseguró que se buscará sostener una reunión con miembros de las cámaras empresariales a las que pertenecen las ferreterías para que se regule la venta de todo tipo de pinturas. 

“Andábamos viendo la posibilidad de tener una plática con la cámara de las ferreterías y todo eso, explicarles, está bien que vendan un bote de pintura, pero ver si van a usarlos para un buen fin, luego los encuentras con 8 aerosoles de pintura a los chamacos en las calles y sabes que no es para algo bueno”, concluyó Francisco Aguilar.