Usted está aquí
Prenden fuego a autos en agencia automotriz de Saltillo, y golpean a velador
Dos hombres armados ingresaron a una agencia automotriz de Ramos Arizpe, Coahuila y con extrema violencia atacaron a un vigilante al que dejaron mal herido, para después quemar dos vehículos de modelo reciente.
El ataque ocurrió durante la madrugada del sábado en la agencia que se localiza en bulevar Ramos Arizpe y Arnoldo Saucedo Nájera, en la colonia Capellanía, a donde acudió un elevado número de policías realizar las investigaciones.
En el lugar atendieron a Federico Saúl Talancón Costos de 57 años, quien aseguró que a las 01:30 horas se encontraba custodiando los autos de la línea Nissan que permanecen en los patios.
Para protegerse de las bajas temperaturas encendió una fogata. Refiere que tras escuchar que las cadenas de las rejas eran removidas, se mantuvo alerta por si se trataba de personas desconocidas y agarró un barrote de madera.
Fue entonces que vio a los dos sujetos, ambos de complexión delgada y tez morena. Uno de ellos le puso en el estómago un cuchillo y le exigió que les entregara las llaves de los vehículos, pero tal parece que se resistió al robo, motivo por el cual lo derribaron al suelo.
Los agresores le propinaron una serie de puntapiés en el rostro y enseguida le prendieron fuego al tejaban de madera que habilitó como caseta.
“Llegaron dos personas uno de ellos me puso un cuchillo en la panza para que le diera las llaves, le soy sincero me les puse al tú por tú y esto fue lo que me hicieron a patadas y trancazos quemaron el tejaban y en ese mismo me trataron de meter, pero no me dejé”, dijo Federico Saúl.
Luego de la agresión, asegura que los delincuentes se fueron directo a dos vehículos y al no lograr abrir puertas también les prendieron fuego.
Y DETIENEN A VELADOR
Mientras los ladrones se alejaban aprovechó para solicitar ayuda al sistema de emergencias 066 y los primeros en acudir fueron elementos de la Policía Municipal y en lugar de llevar a un hospital al velador se lo llevaron a prisión.
La supuesta excusa para la detención fue obstrucción a la labor de la justicia y más tarde comparecieron apoderados legales de la empresa automotriz, entre ellas María Guadalupe Vizcaíno, quién aseguro ser jefa de vigilancia y reconoció al detenido como empleado.
Tras obtener la libertad de Federico Saúl, lo llevaron a las instalaciones de la Procuraduría General de Justicia, para someterse a un dictamen del médico e interponer la denuncia.